Los profesionales sanitarios y pacientes del centro de salud Federico García Lorca, en el G-9, no solo llevan años sufriendo la falta de espacio en sus instalaciones sino también los avatares de que las dependencias estén situadas en los bajos de un bloque de pisos. Durante la jornada de ayer la rotura de una tubería del edificio, que está en obras, provocó la inundación del centro sanitario, lo que obligó en algún momento a tener que apagar las luces y los ordenadores para evitar cortocircuitos e, incluso, dejar de atender a los pacientes. 

El agua empezó a caer a chorros a través de varios plafones de la zona de recepción y los trabajadores procedieron a la retirada de los expedientes y documentos para evitar que se mojaran. También se vio afectado uno de los aseos adaptados. Inmediatamente se colocaron cubos por el pasillo y otras dependencias para recoger el agua y evitar que el suelo se encharcara. La situación continuó durante toda la mañana y el trabajo habitual de personal médico, de enfermería, de administración o de limpieza se combinó con la tarea de pasar constantemente la fregona para evitar que los pacientes se resbalaran. 

Paralelamente, se abrieron varias partes del falso techo para tratar de solucionar la avería por parte de operarios de la obra pero el problema persistió. La indignación era creciente entre los profesionales que no salían de su asombro e incluso acabaron empapados. 

Desde la Plataforma Centro de Salud, Ya exigen a la Consejería de Sanidad que agilice los trámites para retomar las obras del nuevo edificio junto al silo ante lo insostenible de la situación (...).