Arlanza busca expandirse y recuperar variedades perdidas

I.P. / Lerma
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La nueva directiva de la DO elabora un plan director para el próximo quinquenio que hace hincapié también en la promoción y la certificación ecológica. Pampliega podría ser el primer municipio en incorporarse

Viñedos adscritos a la DO Arlanza, en Villalmanzo. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

La nueva directiva de la DO Arlanza no ha perdido el tiempo y ya está trabajando en sus primeras iniciativas; de hecho ha elaborado un plan estratégico enfocado a los próximos 5 años (2022-2027), que definen como «la guía que nos marque el camino a seguir y la adaptación a los nuevos retos y desafíos». Su objetivo final es colocar los vinos de la comarca -que engloba a una quincena de localidades burgalesa y palentina-, en la posición que se merecen, pero también que ayude a la supervivencia y recuperación de la zona desde un punto de vista económico, social y ambiental.

El plan director gira sobre cinco ejes: gestión; promoción y marketing; producto y territorio; vino y enoturismo y sostenibilidad, que dejan bien a las claras por dónde quiere caminar la nueva directiva. Entre los principales objetivos destacan la intención de estudiar la posible ampliación del actual territorio adscrito a la Denominación y la recuperación de algunas variedades de uva que se cultivaron hace décadas y que se han ido abandonando, con un interés especial en potenciar la elaboración de vinos blancos de cara a satisfacer todas las demandas de los consumidores. 

Así, en este caso, el presidente del Consejo Regulador, Ramiro García, explica que quieren recuperar especies como la rojal blanca, la garnacha blanca, la variedad blanca de tempranillo o la garnacha tintorera. Para favorecer esa recuperación se pretende elaborar un mapa de variedades autóctonas, es decir, un mapa genético de las mismas que sería clave para conseguir esa diferenciación que se busca para los caldos del Arlanza, convencidos de que el potencial de sus vinos está en la diferenciación a través de la calidad al tratarse de una DO pequeña. 

Esta línea de trabajo se incluye  en otra estrategia vital para los nuevos gestores de la DO, que es unir el producto al territorio e identificarlo con su paisaje. De ahí que otro de los objetivos a medio plazo va dirigido a captar a jóvenes viticultores, nuevos elaboradores y nuevos pueblos que se integren en la zona. En este sentido, García reconoce que ya se han dado algunos pasos, concretamente en Pampliega, donde hay dos productores elaboradores, la bodega Wamba y el propio alcalde, Raúl Tamayo, enólogo además, a quien se quiere incorporar en ese gabinete de embajadores que también está sobre la mesa. Sin contactos aún, pero con la intención de 'atraer' a la DO, el presidente del Consejo Regulador menciona también a la bodega ecológica Garmendia Viñedos y Bodegas S.L., de Vizmalo. Hay otras localidades que han mostrado interés por adherirse, como algunas de la zona de Campos de Muñó. Ramiro García explica que él no conoce demasiado esa zona, pero que está abierto a estudiar las propuestas y en ese sentido, sería el propio alcalde de Pampliega quien podría encargarse de valorar esa posibilidad «como buen conocedor de la zona», añade.        

Y es que otro de los proyectos que contempla el plan director es  crear un Comité de Embajadores, conformado por personas relacionados o que 'amen' la comarca, entre los que habría escritores, influencers, periodistas, blogueros, jefes de compra... Aunque queda mucho por hacer, ya suenan algunos nombres con los que apetece contactar; de momentos está sobre la mesa la burgalesa Pilar Cruces -empresaria del sector-, Pedro Ballesteros -uno de los cinco master of wine de España-, el propio Raúl Tamayo e, incluso, el periodista Javier Pérez Andrés. La idea es ir quedando con dos 'embajadores' al mes, visitar la zona y buscar su asesoramiento sobre el sector vitivinícola, sus expectativas, actualidad y que les ayuden a posicionarse en el mercado. «En definitiva, que nos vinculen más con el mundo», afirma el presidente del consejo.          

Marketing y enoturismo. La promoción y el marketing ocupan también un lugar destacado en ese plan a 5 años. En este sentido, se trata de aumentar la presencia  de la marca Arlanza on line y off line y contar con servicios de comunicación para tener más difusión en los medios. Ramiro García no está pensando solo en el vino, reconoce, sino que busca una interconexión y colaboración con otros sectores y proyectos como Territorio Artlanza, la empresa Legumbres Arlanza o la Ruta del Vino.  

En cierta manera, ese punto está también vinculado a otro de los ejes, el del enoturismo. Se trata de aunar el vino con acciones turísticas que lo complementen: paisajes, fiestas locales, patrimonio artístico, festivales, tradiciones, gastronomía o deporte, sin dejar de lado la colaboración con las oficinas de turismo de la comarca burgalesa y la palentina, los CIT de Lerma y Cerrato y explorar acciones conjuntas.