La Policía Nacional detuvo el mes pasado en Burgos a un varón de 58 años y una mujer de 71 acusados de tráfico de estupefacientes, logrando desarticular otro 'punto negro' de venta de droga en pleno centro de la capital burgalesa. La investigación fue determinante en el arresto de la mujer, que por su avanzada edad pasaba totalmente desapercibida en relación con la actividad que desarrollaba. Se han intervenido 26.390 euros y 32,7 gramos de heroína. 

Policías especializados en este tipo de delitos abrieron una investigación a raíz de una información telefónica anónima que comunicaba la posible actividad ilícita que estaría desarrollando un hombre residente en un edificio situado en una céntrica calle de Burgos capital, en el que se apreciaba una importante afluencia de personas, algunas de ellas con síntomas evidentes de haber consumido drogas.

Seguidamente, se llevaron a cabo las averiguaciones necesarias para conocer la identidad del morador de la vivienda, al tiempo que se establecía una vigilancia sobre el mismo con el objetivo de poder determinar si las sospechas sobre él eran fundadas.

Los agentes confirmaron que el varón, de 58 años, ya había sido detenido con anterioridad y contaba con antecedentes por tráfico de estupefacientes. Las labores de investigación pronto constataron que su manera de proceder, las precauciones que adoptaba y los movimientos delataban su presunta dedicación a esa actividad ilícita.

En la mañana en que se produjo su detención, los agentes observaron al investigado que tras salir de su domicilio y mientras caminaba por la vía pública, contactaba con una mujer de edad avanzada con la que intercambiaba una bolsa por otra igual con diferente color. Fue en ese momento cuando los agentes, tras identificarse, procedieron a la detención del varón, hallando en el bolsillo de su chaqueta una bolsa de color negro que había recibido de la mujer y que contenía 30 gramos de una sustancia de color marrón, al parecer heroína.

Igualmente se procedió a la detención de la mujer, que se encontraba visiblemente nerviosa y que escondía entre un fular una bolsa de color marrón que había recibido del varón, conteniendo 800 euros fraccionados en billetes de 5, 10, 20 y 50 euros.

En los posteriores registros domiciliarios de los detenidos se intervinieron 2,7 gramos de heroína y una báscula de precisión que guardaba el varón. En el piso donde residía la mujer, se intervinieron 25.590 euros en efectivo que guardaba en una bolsa del mismo color y características a la que se le intervino en la vía pública.

Esta operación ha sido importante en la lucha contra el tráfico de sustancias estupefacientes en la ciudad de Burgos, ya que aunque la cantidad de droga intervenida, 32,7 gramos de heroína, pudiera entenderse que es menor, realmente esta droga tiene unos efectos devastadores en el cuerpo humano y los traficantes las venden en micras, por lo que de la cantidad intervenida se podrían obtener más de trescientas dosis.

Igualmente, a juicio de los investigadores, los detenidos formarían parte de una organización estructurada en la que cada uno de ellos tendría su cometido asignado, de modo que la mujer se encargaría de distribuir la droga, recaudando y guardando el dinero obtenido en su venta. Ello explicaría que en su domicilio no se hallara sustancia estupefaciente y sí la importante cantidad de dinero en efectivo, dispuesto de forma totalmente ordenada por tipos de billetes y cantidades que confirman una contabilidad debidamente organizada.

Una vez finalizadas las diligencias policiales, los detenidos pasaron a disposición de la Autoridad Judicial.