El Ayuntamiento de Burgos denunció ayer la «falta de palabra» por parte del Director General de Comercio y Consumo de la Junta con respecto a la subvención a la que se comprometió para financiar la actividad de las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC).
La concejala Dolores Ovejero y el responsable de la entidad en la capital, Luis Morcillo, lamentaron que pese a que desde la administración regional se les prometió una subvención de cara a 2022, ahora la respuesta es que no va a llegar. La Junta, según el Consistorio, achaca la decisión a la aparición de «nuevas necesidades de gasto derivadas de la pandemia».«Estamos muy decepcionados porque confiábamos en la palabra del director general de Comercio y Consumo.Esperemos que reflexionen», indicó Dolores Ovejero.
La delegación de la OMIC de Burgos, explicó Morcillo, tiene unos gastos anuales -sin contar calefacción, luz o mantenimiento- de alrededor de 250.000 euros, que en estos momentos se sufragan íntegramente de las arcas municipales. «Hemos planteado que se subvencione una parte del total en base a unos criterios de eficacia de cada oficina», apuntó Morcillo.
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