Maricruz Sánchez

Plaza Mayor

Maricruz Sánchez


Érase una vez...

29/03/2022

Érase una vez... una historia interminable, como la de Michael Ende, que empieza cada mañana y acaba en el ocaso, cuando el sol languidece sobre el horizonte. La historia de una pequeña que aprendió a leer en casa, con su padre, antes de ir al colegio y que, desde entonces, supo que los cuentos siempre fueron la mejor fuente de aprendizaje, porque entretienen, son didácticos e infunden valores. La historia de una niña que, como muchos otros críos de su edad, visitó un día con sus compañeros de colegio la antigua sede del Diario de Burgos, en la calle San Pedro de Cardeña, y se quedó fascinada con lo que allí vio.

El recuerdo de ese instante en un primer recorte de periódico, de un grupo de chavales delante de una antigua linotipia, fue el comienzo de una de esas historias, de las que empiezan y acaban para seguir a la mañana siguiente. Así hasta dar finalmente sentido al conjunto del guion. Luego vinieron otros recortes, y la lectura de muchas páginas del Diario de Burgos, imaginando cómo serían esas personas que las escribían, qué sentirían desempeñando ese trabajo.

El tiempo pasó y un buen día, la niña, no tan niña ya, pudo descubrir por sí misma lo que significaba formar parte de la gran familia de un periódico. Pudo tener el privilegio de escribir en sus páginas, las del centenario diario de su ciudad, con el orgullo que supone para todo burgalés dejar su humilde huella en ese testigo vivo de la historia. Un testigo luchador, ante al encarecimiento de sus materias primas y su producción, y también frente al empuje de las nuevas tecnologías.

Érase una vez... una historia que empezó hace ahora 15 años y que, de vez en cuando, merece la pena recordar. Porque uno no debe perder de vista de dónde viene para valorar en su justa medida el punto en el que está y por qué. Y también para mirar al futuro, con agradecimiento e ilusión.