Ha pasado casi un año desde comenzó la crisis de la pandemia por la covid y se suspendieron todas las competiciones. Muchas de ellas, sobre todo las profesionales, se fueron reanudando. Lugo lo hicieron las de categoría nacional pero el parón de las categorías inferiores y el deporte escolar sigue sin arrancar. En el caso del fútbol, la Federación de Castilla y León tiene dos escenarios para poder recuperar algo de la temporada antes del mes de julio. Sin embargo, la falta de respuestas de la Junta, que es la que tiene que dar el visto bueno, puede acabar por provocar la suspensión de toda la temporada en categorías provinciales y regionales desde juveniles hacia abajo. 

Para intentar ganar fuerza tomó parte la Asociación de Federaciones Deportivas y tres de sus miembros se reunieron el pasado viernes con el consejero. Sin embargo no recibieron ninguna solución y todo sigue parado a la espera de que el 9 de marzo la Junta levante algunas restricciones y permita a los equipos poder entrenar con contacto, como paso previo a la disputa de los partidos.

Ahora mismo la situación es muy extraña. No es difícil darse un paseo por Burgos y ver a niños entrenando en los pocos campos que no están cerrados (sí lo están las instalaciones municipales para estos equipos). Pero son entrenamientos diferentes, en grupos pequeños y sin contacto.

En la Federación manejaban dos escenarios para volver a la competición. El primero de ellos era hacerlo a finales de febrero, algo que  resulta imposible ya que los equipos necesitan al menos tres o cuatro semanas para poder entrenar con contacto y preparar así la competición.

El segundo escenario prevé comenzar a finales de marzo y jugar entre abril, mayo y parte de junio algún tipo de liga. Para poder llevar a cabo este objetivo la Junta debería dar el visto bueno a comienzos de marzo. En caso contrario sería prácticamente imposible jugar nada de esta temporada.

El mayor malestar en la Federación y entre los clubes es comprobar como en otros deportes sí se está permitiendo que comiencen a jugar. Es el caso del baloncesto que, por ejemplo, tiene previstas competiciones para este fin de semana.

En Burgos ahora mismo hay afectados 3.600 niños federados, 2.000 de ellos de fútbol 7 y el resto entre infantiles y cadetes. En enero la Federación abrió la renovación de las inscripciones de todos aquellos que lo habían hecho en julio de 2020 y han bajado en un 20%. A los clubes se les ha llamado para que tramiten las fichas (el coste en estas categorías es de 1 euro) y así sus jugadores están cubiertos por su seguro deportivo y mantiene sus derechos de formación.