El movimiento de contenedores en el Puerto Seco sube un 5%

L.M.
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La fuerte reactivación del comercio internacional provoca que durante el 2020 se transportasen hasta 5.509 contenedores de carga en Villafría

Los acarreos son constantes a lo largo del día para cargar los contenedores en los trenes. - Foto: Luis López Araico

El estallido de la pandemia en todo el planeta, hace ahora un año, desembocó en una parálisis casi total del comercio internacional. Las exportaciones e importaciones prácticamente se pararon durante cerca de un mes, y su reactivación, que fue lenta, ha desembocado ahora en un boom del comercio mundial en plena reactivación económica. La terminal ferroviaria del Puerto Seco de Villafría no ha sido ajena a estas circunstancias, y aunque todo podría apuntar a que sus operaciones pudieran haber caído el curso pasado en comparación con 2019, la tendencia es justamente la contraria. Entre enero y diciembre de 2020, el Centro de Transportes Aduana de Burgos (Cetabsa) movió hasta 5.509 UTIS (contenedores, cajas móviles, semirremolques...) de carga, un incremento del 5,7% sobre los 5.210 con los que concluyó el ejercicio anterior.

Este aumento de la actividad y de la carga de trabajo también se vio reflejada en el volumen total de mercancías que se movieron en las instalaciones de Villafría. De las 122.238 toneladas que se contabilizaron en 2019 se pasó a algo más de 131.200 durante el pasado curso, un alza en este sentido del 7,4%. Lejos, no obstante, quedan las marcas del 2015, cuando la recuperación de la economía tras la crisis de 2008 y la apuesta decidida del puerto de Barcelona por la infraestructura burgalesa motivaron que se llegaran a mover hasta 8.303 contenedores que supusieron casi 192.476 toneladas. El aumento del número de contenedores y del volumen de toneladas también se vio reflejado en que los movimientos de grúa subieron de 21.179 a 22.238 (un 5%).

Más carga de trabajo. Los acarreos, como se denomina al hecho de llevar un contenedor vacío a una fábrica o descargar en el Puerto Seco el que se recoge en un centro productivo, sin embargo descendieron.Si en 2019 se contabilizaron hasta 3.923, el año pasado se quedaron en los 3.895, un 0,8% menos. Además, la implantación de una nueva frecuencia de trenes entre Burgos y el puerto de Barcelona provocó que el paso de convoyes alcanzara los 242 frente a los 230 del 2019.Hay que recordar que fue apenas unas semanas antes del inicio de la pandemia cuando se realizó el primer viaje del tren con productos congelados.La intención de Campofrío, una de las empresas que ha impulsado este medio de transporte a temperatura controlada, es la de enviar alrededor de 50.000 toneladas de productos hasta la costa de la Ciudad Condal para que, posteriormente, viajen en grandes buques o barcos hasta China y otros países del mercado asiático.

No obstante, el encarecimiento del precio de los contenedores ha provocado hace apenas un mes la cancelación de uno de los trenes semanales por falta de UTIS en los que transportar las mercancías que generan las empresas burgalesas y que demandan en otras naciones.