El problema de la okupación llega también a oficinas

C.M.
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Una madre y sus 4 hijos viven desde hace más de un mes en un despacho de la calle Calera, que lleva años vacío. Es propiedad de Coral Home, vinculada a CaixaBank

La oficina okupada está en el segundo piso, que luce una pegatina de ‘se vende’ de Servihábitat. - Foto: Patricia González

La autoridades policiales siguen insistiendo en que la okupación en Burgos no llega a los extremos de Madrid o Barcelona ni existen grupos organizados, sino que los protagonistas son familias desamparadas o itinerantes. Sin embargo,  el problema empieza a preocupar por el continuo goteo de casos y, al menos, una docena de focos repartidos por diferentes barrios. Hasta el momento el fenómeno se había circunscrito a viviendas en sus diferentes modalidades (la excepción es la antigua fábrica de lejías el Cid) pero ahora ha llegado también a oficinas.
Desde hace más de un mes una familia integrada por una madre y sus cuatro hijos menores ha okupado una oficina vacía en un bloque de siete alturas en la calle Calera, 35 que en una de sus manos tiene viviendas  y en la otra despachos. Hace tiempo que estos últimos dejaron de alquilarse a asociaciones o profesionales y se encuentran vacíos mientras en los pisos viven varios inquilinos desde hace décadas aunque son más en los que no hay nadie, dado que la entidad financiera no les ha vuelto a alquilar cuando se marcharon los anteriores ocupantes.

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