Era de esperar que la delincuencia se incremente a nivel general de manera progresiva según se ha ido recuperando la normalidad tras dos años de pandemia. Una pandemia que, no obstante, ha traído consigo un nerviosismo generalizado. Una sobreexcitación de la población que han percibido las autoridades policiales y que se ve reflejada en las estadísticas. Porque el número de delitos hasta septiembre ha sido mayor por el incremento de una modalidad que hasta ahora se había mantenido estable: las peleas y riñas tumultuarias. Las agresiones se dispararon un 53% en el tercer trimestre, según los datos de criminalidad facilitados por el Ministerio del Interior, los cuales también reflejan un repunte de los robos con violencia.
Las agresiones, y así lo han reconocido tanto desde la Comisaría Provincial como desde la Comandancia de la Guardia Civil, es lo que más preocupa ahora mismo en Burgos. En los nueve primeros meses del año se han denunciado 140 peleas, 49 más que hace un año. También son muchas más que las 94 notificadas en el mismo periodo de tiempo de 2019, por tomar como referencia un ejercicio libre de covid-19. A estas cifras habría que sumar los 10 casos de intentos de homicidios, pues suele ser una tipología penal utilizada para calificar las reyertas graves.
No nos podemos olvidar tampoco de que en lo que va de año ha habido que lamentar dos muertes violentas, ambas en la capital. A finales de marzo, H.H. acuchilló presuntamente al joven dominicano Francis Frías tras una discusión en el bar Nueva Tentación de la calle Francisco Grandmontagne. La Policía le detuvo horas después junto con otras dos personas a las que se investiga por este homicidio. En junio, la madrugada después de El Curpillos, dos chavales de 18 años abordaron a un celador del HUBU de 50, J.C.B., y le propinaron una brutal paliza que acabó con su vida. Ambos están en el Centro Penitenciario de Villanubla, en Valladolid, a la espera de juicio.
Otro de los delitos que ha crecido hasta septiembre son los robos con violencia e intimidación, tipología que también preocupa, según reconoció hace unos días la delegada del Gobierno en Castilla y León, Viriginia Barcones. En este caso, el repunte es del 12,5%. También han subido las sustracciones de vehículos, aunque en niveles similares a los de años anteriores.
Por municipios de más de 20.000 habitantes, Miranda de Ebro fue la ciudad de la provincia donde más ha crecido la criminalidad, concretamente un 21,2% y 1.028 delitos denunciados. En la capital el incremento es del 15,1% y a la Comisaría han llegado 4.566 infracciones. Por último, en Aranda de Duero se pusieron en conocimiento de las autoridades 1.218 delitos, un 13,1% más que el año anterior.