La Junta, al rescate de perros del criadero de los horrores

P.C.P.
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Veterinarios del Servicio Territorial, con el apoyo del Seprona y de los trabajadores de la empresa que se va a encargar de su custodia, retiraron ayer cautelarmente los ejemplares en peores condiciones del centro de Melgar

Con paciencia y exquisito cuidado, un lacero sujeta a uno de los perros para que el personal de la Junta compruebe su estado antes de ser introducido en una jaula para su traslado a Valladolid. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El principio del fin del criadero de los horrores de Melgar de Fernamental ha llegado. Personal de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos acudió ayer a las instalaciones con una autorización judicial para comenzar la retirada de los perros como medida cautelar mientras se cierra el expediente sancionador iniciado. Lo hizo con el auxilio de la Guardia Civil y la colaboración de una empresa especializada en cuidados caninos, que ha contratado para la custodia temporal de los animales, que por el momento sufragará la administración regional. 

El operativo se desplegó sobre las 9 de la mañana y terminó cerca del mediodía, con la retirada de menos de una decena de perros. Los veterinarios del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería identificaron como prioritarios a los animales que aparentemente se encontraban en peor estado físico, uno con mordeduras de otro animal y restos de sangre por el lomo, otro que cojeaba, algunos ejemplares con una delgadez extrema... También se hicieron cargo de un perro catalogado como raza potencialmente peligrosa, puesto que el responsable del criadero carece de autorización para ello, según las fuentes consultadas por este periódico.

Las instalaciones se encuentran muy en precario, en la carretera hacia San Llorente de la Vega, y durante las inundaciones que sufrió Melgar de Fernamental el pasado 20 de diciembre ya tuvo que intervenir la Guardia Civil, a petición de la localidad y con la ayuda de voluntarios de Proanbur y la Junta, para rescatar a decenas de canes, que corrían el riesgo de morir ahogados. La mayor parte de los animales deambulan a la intemperie y algunas jaulas están rotas, lo que impide una separación real. La Junta exigió en agosto mejoras en el centro pero pocas se han hecho y a simple vista son insuficientes.

A primera hora de la mañana, una muchacha que después se marchó en bicicleta entró en las jaulas para repartir algo de alimento, mientras la comitiva esperaba fuera. En la finca de enfrente, bajo la autovía, yacía el cadáver de un perro como pájaro de mal agüero. Posteriormente, iniciaron una inspección visual de los animales y señalaron aquellos con necesidades físicas más acuciantes.

(Más información, en la edición de hoy de papel de Diario de Burgos)