Convertirán La Finca del Mesón de la Villa en un hotel burbuja

I.M.L. / Aranda
-

Inversores chinos adquieren estas instalaciones, que llevan cerradas cuatro años. La apuesta por este tipo de establecimiento se justifica en que no precisaría permiso de obras, por lo que los tiempos para su futura reapertura se acortarían

Las instalaciones ocupan 4,5 hectáreas, viñedo incluido, y se han realizado trabajos de mantenimiento todo este tiempo. - Foto: I.M.L.

Uno de los locales de eventos más emblemáticos de toda la comarca de la Ribera, la Finca del Mesón de la Villa, ha cambiado de manos. Después de cuatro años cerrado, y varios intentos de venta, ha sido un grupo de inversores chinos los que se han hecho con esta propiedad de 4,5 hectáreas en pleno monte y al pie de la A-1 en Aranda de Duero. «La operación se cerró hace un mes, aunque todavía quedan algunos flecos», confirma Mariví Plaza, mano derecha de su tío, el fallecido Eugenio Herrero y de su mujer, Sery Bermejo. «Todo este tiempo lo he estado manteniendo yo, estuvo un tiempo alquilado, pero al dejarlo nos dimos cuenta de que era mejor venderlo porque supone mucho trabajo», reconoce Mariví.

El grupo de inversores que se han juntado para llevar a cabo esta compra tienen un proyecto hostelero, aunque sólo uno tiene experiencia en este sector», explica Plaza después de haber llevado ella directamente las negociaciones. «Están ya hablando con el Ayuntamiento porque su idea es hacer un hotel tipo burbuja, que son habitaciones que se colocan en el terreno y ya está, no requieren premiso de obras», puntualiza lo que podría suponer para la oferta de plazas hoteleras en la comarca. «El resto lo van a mantener, al menos al principio», reconoce Plaza en referencia al complejo pensado para celebrar eventos en esta extensa finca. En la actualidad, cuenta con un edificio de más de tres mil metros cuadrados con dos comedores, dos cocinas y almacenes, a los que se suman una carpa con capacidad para 500 personas. En la zona privada de la finca, además del viñedo, hay piscina, bodega y una vivienda de tres plantas. Aunque no ha trascendido el coste de la operación de compra venta, Plaza apunta que ha sido «a un precio muy bajo», debido a la actual situación económica. En algunos portales web inmobiliarios todavía se puede ver el anuncio de su puesta a la venta por seis millones de euros.

«Nos hubiese gustado que se lo quedase alguien de Aranda, para que siguiese siendo parte de la ciudad, pero no ha podido ser», lamenta Plaza que reconoce que  esta venta le produce «una mezcla de sentimientos». «Sabíamos que teníamos que venderlo porque solo el mantenerlo daba mucho trabajo, pero nos cuesta desprendernos de lo que ha sido una parte importante de nuestra vida, que hemos compartido con muchos amigos y gente que ha celebrado allí momentos felices», resume Mariví la dicotomía sentimental que les produce desprenderse de este enclave.

Aunque ha sido ella la que ha realizado las negociaciones, Sery, que ya tiene 91 años, ha estado al tanto en todo momento de los pasos que se iban dando. «Le duele un poco pero ella veía que la finca me suponía mucho trabajo, cerrada incluso, y no podía seguir así», confiesa Mariví, que, al igual que en el momento de la jubilación de Sery, que provocó el cierre del restaurante en pleno centro de Aranda, cree que «ahí arriba hay alguien que nos guía y que nos apoya en todo lo que hagamos», en alusión directa al legado de Eugenio.

Esta finca comenzó a acoger eventos a mediados de los años 80, después de que se adquiriese como zona de ocio privada. «Todo lo que hay allí se fue haciendo poco a poco, según se iba pudiendo y necesitando, para dar el mejor servicio a clientes y amigos, y la confianza de todos los que han celebrado allí momentos importantes de sus vidas nos iba animando», reconoce Mariví Plaza. 

ARCHIVADO EN: Aranda de Duero, Hoteles