Aranda: destino predilecto para las despedidas de soltero

L.N.
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Empresas turísticas, restaurantes y hoteles valoran positivamente la repercusión de estos eventos con grupos de hasta 20 amigos siempre que no se desmadre. Los sábados es habitual ver 4 y 5 celebraciones. Dejan 250 euros de gasto por persona

Algunos grupos de amigos celebran las despedidas de soltero con charangas que tocan por el centro de Aranda de Duero. - Foto: L.N.

No hay fin de semana en el que Aranda de Duero no acoja alguna despedida de soltero. En los últimos meses este tipo de eventos experimentan un auge, hasta el punto de juntarse un sábado cualquiera cuatro o cinco celebraciones grupales en una ciudad que apenas supera los 33.000 habitantes. Y, claro, decir adiós a la soltería también genera un impacto económico. Fuentes del sector turístico y hostelero de la capital ribereña calculan que el gasto medio por persona ronda los 250 euros, incluyendo alojamiento, comida, diversas actividades y desplazamiento. 

En Ribiértete, una agencia de viajes especializada en enoturismo, consideran que las despedidas de soltero, con grupos que van desde 6 hasta 25 personas, aportan un impulso a bodegas, hostelería o bares de copas. «Nos viene bien a todos mientras esto no se desmadre», asegura su responsable, Beatriz Hernando, mientras defiende que «no hay margen para que se descontrole ya que el alojamiento que hay en Aranda es limitado».

En su caso, llevan meses a tope. Muchas celebraciones se habían retrasado por la pandemia y eso también se nota. Sea como fuere, organizan paquetes con visitas a bodegas, catas, comida en un asador y su actividad estrella: un scape room en torno al mundo del vino. «Aranda es una ciudad con mucho ambiente y a la gente le gusta», continúa. Quienes la eligen, sobre todo grupos de Madrid, País Vasco y Valladolid, buscan vino y gastronomía. Algo que también constata Alberto Martín, de la Bodega Histórica Don Carlos, donde gestionan catas con una parte teatralizada y colaboran con hoteles y restaurantes para «intentar que quienes vengan dejen aquí su dinero». Normalmente, «no tienen problemas» en realizar el gasto que haga falta. 

Así, por ejemplo, cada vez son más los grupos de chicos y chicas que optan por contratar una charanga que les amenice el fin de semana. Mario Guijarro, de Estraperlo, constata el auge de este tipo de eventos, en el que el boca a boca juega un papel decisivo. «Damos una alegría especial», defiende, al tiempo que detalla que tocan entre dos y tres horas «un reparto de lo más variado». Suelen hacer un pasacalles por los bares de la zona del centro, según les pidan los grupos.

«Apuesta por la calidad». Mientras, David Izquierdo, jefe de cocina de El 51 del Sol, subraya que elegir Aranda «es sinónimo de calidad». Por ello, precisa que estos eventos generan una repercusión positiva «siempre y cuando se cuiden y vayamos por la línea de la calidad y el buen hacer» ya que «no todo vale». A su juicio, la Ribera delDuero tiene la llave para que este sea un turismo de calidad.