La campaña de crowdfunding iniciada por la joven transexual Emma Gómez para recaudar fondos y costear la operación de reasignación de sexo, y la denuncia de desamparo que siente por parte de la Seguridad Social ha generado reacciones en Sacyl, que afirma que "sí que cubre los gastos tanto de los tratamientos hormonales como de las cirugías". Fuentes de Sanidad de la región declaran a este periódico que "cuando una de las intervenciones no se puede abordar con medios propios, como ocurre con el caso de la cirugía genital, se deriva a otro centro".

No obstante, la briviescana manifiesta que desde que cumplió la mayoría de edad, hace casi tres años, acude a la consulta de Endocrinología del Hospital Universitario de Burgos pero nunca sale de la visita con respuestas sobre la vaginoplastia que tanto desea realizarse. "Jamás me han comunicado que formo parte de una lista de espera para derivarme a otra clínica a operarme. Por el momento no tengo ningún volante que justifique que me vayan a intervenir", explica la joven.

El HUBU sigue un protocolo para gestionar la tramitación que implica un cambio de sexo, y en primer lugar redactan un informe que envían a la Gerencia Regional, en el que se indica las características de la persona que requiere cierta intervención "que no se encuentra en nuestra cartera de servicios. Es en Valladolid, en función de los convenios que tiene, dónde se tratan los centros que tienen establecidos para ese tipo de operaciones. Por tanto, si esta mujer ha hablado con su médico , tiene que formar parte de una lista de espera", añaden fuentes de Sanidad.

Emma manifiesta que es consciente que "oficialmente sí se cubre económicamente la operación", y que el anteproyecto de ley para garantizar el principio de igualdad de trato y de no discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género en Castilla y León, más conocida como LGTBI, recoge que las personas transexuales contarán con la valoración por un equipo multidisciplinar para asegurar la mayor calidad en la atención recibida.

Sin embargo, reitera que hasta el momento ella no forma parte de ninguna lista de espera y "no me han transmitido que me vayan a operar a corto, ni medio, ni a largo plazo. Por ello me someteré a una cirugía en octubre en una clínica privada, valorada en torno a 24.000 euros", apostilla.