El asesino del escayolista sopesa recurrir al Supremo

ARSENIO BESGA
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Su defensa pidió al Tribunal Superior de Justicia que acercara la pena a 16 años de cárcel, en lugar de 19. La sala ha desestimado su solicitud y ya solo puede presentar un recurso de casación ante el alto tribunal

David Duval, durante una de las sesiones del juicio donde el jurado le consideró culpable de asesinato. - Foto: Valdivielso

El Tribunal Superior de Justicia ha desestimado el recurso de apelación que había presentado la defensa de David Duval, el mirandés que disparó y dejó morir a Fernando Martín en 2019. El abogado del criminal propuso dos opciones. En primer lugar, repetir el juicio y, por otro lado, reducir la pena de cárcel de 19 años a 16. La sala ahora ha rechazado estas posibilidades y, por tanto, solo pueden acudir al Tribunal Supremo. De hecho, a día de hoy esa es la intención del hombre que disparó por la espalda a su vecino, que ejercía como escayolista.

Tras desestimarse su apelación en el TSJ, la única vía que le queda a David Duval pasa por presentar un nuevo recurso, esta vez, de casación. Dicho texto ha de llegar al Tribunal Supremo y se usa cuando una de las partes considera que la sentencia incluye una interpretación o aplicación errónea de la ley. Según dicta el procedimiento, con un breve margen de tiempo desde que se conoce el dictamen debe anunciarse si se desea comenzar esta última alternativa o no. El asesino del escayolista lo ha hecho y, por ende, en la actualidad sopesa si continuará finalmente con su nueva reclamación.

La condena que fue impuesta a este mirandés asciende a 19 años de cárcel. La mayoría de la pena, 18 años de prisión, venía dada por el cargo de asesinato. Los 365 días restantes se fundamentaban en la tenencia ilícita de armas. La defensa del criminal confeso asumió instantáneamente esta segunda parte de la sentencia inicial. Sin embargo, consideraban que ambos castigos no resultaban proporcionales entre sí y que la condena por el delito principal debía acercarse más a los 15 años de reclusión que a las dos décadas. 

Además, sostenía que durante el juicio no se había preguntado al jurado sobre la culpabilidad en el caso de la tenencia ilícita de armas y, con ello, el veredicto no podía considerarse válido. Los expertos reconocen, en este sentido, que no existe demasiada jurisprudencia sobre este tipo de errores en el proceso. No obstante, se terminó subsanando y apenas causó consecuencias en el desarrollo final.

Precisamente, este segundo argumento ya está completamente descartado para la defensa del asesino del escayolista. Así, si el criminal decide formalizar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, lo fundamentará sobre la cuestión de la proporcionalidad de las penas.

EL CRIMEN. Fernando Martín, un mirandés que se dedicaba profesionalmente a colocar escayola en obras menores, apareció muerto en el río Ebro, a la altura de Montañana, en la primavera de 2019. El hombre había recibido un disparo y, tras varias semanas de investigación, la Policía encontró a su principal sospechoso. Gracias a un operativo conjunto con la Guardia Civil entrelazaron unas llamadas telefónicas de una red de supuestos narcotraficantes y en ellas entendieron que David Duval había cometido el crimen que conmocionó a toda una ciudad.

Durante el juicio, los audios salieron a la luz y convencieron al jurado, junto con las explicaciones de varios expertos, de la culpabilidad de Duval. El asesino confesó el acto, pero sostenía que fue fortuito, que la pistola no le pertenecía y que, en ningún caso, cuando asaltó a Martín buscaba droga que había perdido. Los policías que intervinieron opinaban lo contrario.