Lanzan sillas y botellas a un hostelero que les cazó robando

F.L.D.
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El responsable del restaurante y hotel Landilla sorprendió en plena faena a unos ladrones que asaltaron el local y se llevaron 4.000 euros de las máquinas de tabaco y la tragaperras

Lanzan sillas y botellas a un hostelero que les cazó robando

El responsable del restaurante Landilla dormía en una de las habitaciones del hotel que se encuentra en el mismo edificio cuando a eso de las 4 de la madrugada de ayer viernes comenzó a escuchar ruidos de cristales rotos. Alertado, llamó al servicio de emergencias y acto seguido bajó a la parte de abajo del local, donde sorprendió a tres personas que ocultaban sus rostros, que habían entrado tras romper una ventana, y que estaban reventando la máquina de tabaco y la tragaperras para llevarse toda la recaudación. Al verle, los cacos intentaron deslumbrarle con linternas, pero al ver que se acercaba comenzaron a lanzarle botellas, sillas y todo tipo de objetos antes de emprender la huida.

Aunque aún no ha podido contabilizar cuánto dinero pudieron llevarse los ladrones con este golpe, el hostelero estima que entre la recaudación de la máquina de tabaco y la de la tragaperras pudieron conseguir una cantidad cercana a los 4.000 euros. La caja registradora también estaba forzada y el ordenador que controla las cuentas roto, pero su llegada les impidió que culminaran la fechoría y finalmente no pudieron abrirla y llevársela. Eso sí, por el camino causaron numerosos destrozos en el local que, según estima el dueño, podrían sumar los 12.000 euros.

La Policía Científica acudió a primera hora de ayer para tomar huellas e iniciar las primeras investigaciones. Al parecer, no fue el único robo en el alfoz, ya que hubo al menos otros dos en localidades del entorno de la capital con el mismo modus operandi, lo que hace sospechar que los autores fueran los mismos.

Los ladrones dejaron el vehículo, un Seat León negro, en la parte de atrás del Landilla. Los agentes que acudieron ayer le comentaron al empresario que probablemente tenían estudiada la huida, pues en la fuga utilizaron un camino en el que no hay ni gasolineras ni otros establecimientos con cámaras que pudieran dar pista a los investigadores.

Sí contarán con las imágenes registradas por la vigilancia del propio local. A pesar del susto y de los innumerables destrozos, el hostelero trabajó ayer a destajo para poder restablecer su negocio, aunque no pudo abrirlo hasta las 12 del mediodía.