Con la cautela que una situación como la del coronavirus requiere y atendiendo a las recomendaciones sanitarias de cada momento, el Instituto Municipal de Cultura ha aprobado esta mañana suspender las fiestas de San Pedro y proponer unas celebraciones alternativas concentradas en cuatro días de agosto. La idea es realizar actividades festivas entre el 27 y el 30 de agosto manteniendo aquellos de San Pedro que se puedan. El órgano encargado de decidir qué actividades se realizarán será el Comité de Fiestas, que lo integran partidos políticos, la Hermandad de Peñas y la Federación de Fajas, el Comité de Folclore y los hosteleros. Con ellos convocará una reunión la concejala de Festejos, Blanca Carpintero, la próxima semana, de cara a ir perfilando un posible programa.

Desde su punto de vista se podrían mantener actos como la proclamación de la corte 2020 o la interpretación del Himno a Burgos, manteniendo siempre las medidas de seguridad que sean necesarias. Aún así prefiere dejar en manos del órgano la decisión.

En cuanto a la elección concreta de esas fechas, Carpintero la ha defendido teniendo en cuenta un previsible adelanto del inicio del calendario escolar para que en agosto estén aún los niños y niñas de vacaciones. También por el clima y porque en septiembre la oferta cultural ya es bastante amplia.

El presupuesto para esta celebración está sin aprobar, pero en estos momentos ya hablan de contención del gasto "por la reducción del programa y por las circunstancias". La concejala ha asegurado que la decisión de suspender los Sampedros y celebrar algo alternativo se debe a la necesidad de que los burgaleses tengan unos días "para congratularse y retomar el pulso".

Con respecto a los toros, la empresa taurina trabaja para crear un cartel en esas fechas, aunque no son las mejores porque coinciden con las fiestas de Bilbao. Estarían dispuestos a organizar tres o cuatro corridas, pero aún deben estudiarlo.

Todos los partidos políticos han votado a favor, salvo el PP que se ha abstenido.

El consejo ejecutivo ha valorado también aplazar el Curpillos, llevándolo aquí sí a septiembre quizá en otra ubicación, y la romería de la Blanca. En cuanto a la Noche Blanca, ante la imposibilidad de celebrarlo en mayo, analizan la opción de incluirlo en el fin de semana de agosto.