Antonio Ródenas García-Nieto fue un empresario de éxito y máximo accionista de la compañía discográfica Hispavox. Pero en realidad lo que le gustaba era escribir (se han publicado sus diarios) y coleccionar arte. Fruto de esa pasión y de un ideario artístico basado en influencias de críticos como Eugenio d'Ors, pero sobre todo focalizado en la persona de Cézanne, consiguió reunir 250 obra gráfica y otras 250 piezas de cerámica "al margen de modas y de la sociedad". Esa heterogénea y singular colección "que no atiende a cánones, disciplinas, periodos históricos o artistas, sino solo al goce estético" conforma la exposición 'Rodearse de arte' que la Fundación Caja de Burgos muestra en Cultural Cordón hasta finales de mayo.
La muestra reúne un centenar de obras en la que aparecen la mayoría de los artistas representados en la colección y expone por primera vez las que corresponden a la cerámica.
Hay obra de Picasso, Goya, Darío de Regoyos (cuatro de las cinco que posee la colección), Cristino Mallo (con una 'Cabeza de muchacho'), Benjamín Palencia (del que fue gran amigo), Daniel Vázquez Díaz, Juan Haro (con una pieza en piedra que alude a los fusilados), José Luis Medina (y un busto excelente) o Juan Hugué, entre otros. Se exponen también obras de Andrés Conejo, Mauricio Sanguino, Ramón Gaya, piezas históricas o cerámica popular.
La exposición, que ocupa dos plantas de Cultural Cordón, se puede visitar hasta el 29 de mayo de martes a sábados de 11:30 a 14 horas y de 17:30 a 20:30 horas, y los domingos y festivos solo por la mañana, de 11:30 a 14 horas. La entrada es gratuita.