Charo Zarzalejos

CRÓNICA POLÍTICA

Charo Zarzalejos

Periodista


Mientras suenan los bombos

23/12/2022

Sonaban los bombos de la Lotería en el Palacio Real de Madrid. Millones de españoles estaban pendientes de que el azar les sonriera aunque fuera un poquito. El suficiente para tapar agujeros, ayudar a un hijo o comprar regalos a los nietos. Cualquier leve sonrisa del azar hubiera sido bastante para aplacar decepciones. España estuvo pendiente de los bombos del Palacio Real, mientras a no mucha distancia se aprobaba la Ley Trans al gusto de Irene Montero con el plácet del PSOE y de la misma tacada, aunque en otra Cámara, se daba carpetazo al delito de sedición y se rebajaban las penas a la malversación. ¿Hay quien de más?
Hoy los bombos serán recuerdo, pero las leyes aprobadas han venido para quedarse a menos que el PP llegue a Moncloa y Núñez Feijóo cumpla su promesa de volver a donde estábamos. De momento, la mayoría que sustenta al Gobierno finaliza el año más unida que nunca y si había algún descontento, desde Moncloa se ha querido vender que la decisión del Tribunal Constitucional admitiendo todas las pretensiones del PP suponía algo así como el fin de la democracia, una especie de golpe de Estado por la puerta de atrás. Como estrategia para cohesionar a los suyos no está mal pensada. Ocurre, sin embargo, que nada es verdad. No es verdad que la democracia esté en peligro por esa decisión del TC. No es verdad que se quiere amordazar al Congreso y, por supuesto, no es verdad que haya golpe de Estado alguno.
Bien está la crítica a la renovación del CGPJ, pero llegar a conclusiones catastrofistas a estas alturas de la legislatura, y cuando ya vamos conociendo a todos los personajes, es una estrategia infantil por exagerada. Hablar de complot al mismo tiempo que se deroga la sedición es una broma de mal gusto.
Como ya se ha reiterado hasta la saciedad, el Gobierno y su Presidente creen que todo lo acontecido se borrará de la memoria de los españoles, pero en este punto con Feijóo han tropezado. El líder de la Oposición no va a dejar que nada se olvide. Tendrá que encajar eso de que el PP está fuera de la Constitución por no avenirse a renovar el CGPJ. Tendrá que escuchar que con la derecha se retrocede en derechos, y es posible que desde las filas socialistas y algunas más se esté tentado de establecer una alerta antifascista, porque nada más peligroso para España y los españoles que Feijóo llegue a Moncloa. Si de algo estoy segura es que Feijóo no asusta. Cosa distinta es que acierte, pero asustar no asusta.
Vamos a tener un fin de año un poco convulso y ahora que los bombos ya descansan sugiero abrazarse a la tregua de este fin de semana en la que se celebra la Navidad. Aprovechemos esas horas en las que inevitablemente rememoramos nuestra infancia, la ausencia de los que no están se hace especialmente presente y la compañía de los que queremos y nos quieren son un bálsamo en medio de tanta convulsión. Ya tendremos tiempo de volver a las andadas.