Burgos roza el objetivo de vacunados de la gripe

GADEA G. UBIERNA
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A mediados de diciembre estaba a un punto de lograr que el 75% de los mayores de 65 años estén protegidos, pero sigue sin alcanzar esta meta entre los sanitarios del HUBU y del hospital de Miranda

La campaña suele darse por finalizada en Navidad, pero si alguien quiere protegerse después, también puede. - Foto: Luis López Araico

A finales de diciembre suele darse por terminada la campaña de vacunación de la gripe y este año todo apunta a que Burgos va a quedarse a las puertas de conseguir que el 75% de los mayores de 65 años estén protegidos, ya que el pasado lunes estaba a algo más de un punto (73,8%). Ese es el objetivo general para toda España, pero en Castilla y León también se aspiraba a aproximarse a ese porcentaje en los mayores de 60 años, donde aún se está lejos de alcanzarlo (64,6%), y en el personal sanitario, entre quienes tampoco se llega. De hecho, según datos provisionales de la Consejería de Sanidad actualizados el 16 de diciembre, en el HUBU se la habían puesto el 68% y en el de Miranda, el 62%. Como ya ocurrió el año pasado, solo en el arandino Santos Reyes se supera con creces la meta fijada, al haber vacunado ya al 80,6% de los profesionales en consulta.

No hay una fecha concreta para finalizar la campaña, pero lo normal es que se dé por terminada en Navidad porque, hasta la explosión de la pandemia, la epidemia de gripe solía declararse a finales de diciembre o a primeros de enero. Este año el comportamiento ha sido muy atípico y la epidemia empezó en octubre, dos semanas antes de que arrancara la campaña de vacunación para la población general. Ahora, según los últimos datos oficiales disponibles, se mantiene la tendencia descendente de contagios, pero aún con circulación alta de virus gripales. Sobre todo, del tipo A. No obstante, siempre sobran dosis, por lo que si alguien desea recibirla a partir de enero, puede.

La profilaxis de la gripe está indicada en Castilla y León para todos los mayores de 60 años, pero en otras Comunidades Autónomas siguen poniéndola solo a partir de los 65 años, por lo que se fija un objetivo uniforme para todo el país, que luego cada región puede ampliar. Es el caso de Castilla y León, que el año pasado consiguió unas coberturas récord en población general en la campaña de la gripe, por el temor a la posibilidad de contagiarse de los dos virus a la vez y sufrir infecciones solapadas.

En Burgos se consiguió un porcentaje de mayores de 65 años vacunados del 77,1%, que es altísimo para una campaña anual. De hecho, antes de la pandemia se antojaba difícil de conseguir. Este otoño, los datos provisionales indican que no se superará ese porcentaje, aunque es factible que la cobertura final sí ronde el 75%.

Más complicado parece que la Consejería de Sanidad vaya a poder mejorar la cobertura alcanzada el año pasado entre las personas de más de 60 años, cuando se vacunaron casi el 68% de los 112.000 burgaleses de la cohorte. Y parece difícil porque, según los datos provisionales, ahora han recibido la profilaxis el 64,6%. 

Cambios en los niños. Las metas de Sacyl para este otoño eran ambiciosas, ya que también se aspiraba a que más del 60% de las embarazadas pusieran el brazo, así como a incrementar la captación en niños. En este último caso, hasta este otoño solo se pinchaba a quienes formaban parte de algún grupo de riesgo, pero ya se ha anunciado que en el 2023 podrán recibir la dosis antigripal todos los críos de entre seis meses y cinco años. De momento, y siempre según datos provisionales, en Burgos se ha vacunado un 4,5% de los menores de 2 años.

En Castilla y León pueden recibir la profilaxis antigripal todos los mayores de 60 años por cuestión de edad, pero también está recomendada para personas de menos de 59 años que, por trabajo o salud, estén incluidas en los grupos a vacunar (personas con enfermedades crónicas, con síndrome de Down, niños o adolescentes en tratamiento con ácido acetilsalicílico, personas con obesidad mórbida...).