Corbalán, la promesa que quiere explotar en Burgos

CARMELO PALACIOS
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El base argentino, de 20 años, es a día de hoy el único jugador que estará con seguridad en el inicio del nuevo proyecto del Hereda San Pablo. Su futuro es prometedor. Esta es su historia y así se fraguó su fichaje

Gonzalo Corbalán llegó el pasado verano al filial del San Pablo procedente de la liga universitaria de Estados Unidos. - Foto: Patricia

A Gonzalo Corbalán le cambió la vida en el verano de 2021. Esa temporada jugaba en la segunda división de la liga universitaria de Estados Unidos y estaba fuera del radar de los equipos europeos. Entonces, una llamada del seleccionador argentino le brindó la oportunidad de disputar el Mundial sub'19 en Letonia y ahí cambió todo. Era la primera vez que representaba a su país y, ni mucho menos, partía como una pieza clave en la convocatoria, pero sorprendió a propios y a extraños con un torneo para enmarcar que le abrió las puertas del Hereda San Pablo.

Argentina llegó hasta cuartos de final en aquel Mundial con Corbalán como la estrella inesperada. «Fue el mejor de su selección», asegura Albano Martínez, el hombre que le reclutó para la causa azulona. Firmó grandes encuentros en la fase de grupos, uno de ellos ante España, y se erigió en el héroe de los suyos al eliminar a Turquía sobre la bocina con un triple imposible. «Eso fue una locura», dice el base azulón entre risas, «nos felicitó Campazzo, Ginóbili... Fue algo muy grande. Ese Mundial me cambió la vida», asegura.

Las ofertas no tardaron en llegar, pero el mayor interés por sus servicios lo tuvo el San Pablo, al que no le importó su ficha de extracomunitario y le hizo un contrato de dos años. «Conocía al club de cuando jugó la final de la Copa Intercontinental contra el Quimsa argentino. Me gustó mucho su interés, a pesar de mi pasaporte. Espero poder ser comunitario el año que viene. Sería lo ideal», comenta Corbalán.

De momento, a día de hoy, es el único jugador que tiene asegurada su presencia en la pretemporada y, muy probablemente, en la plantilla, ya que el resto de jugadores vinculados apuntan lejos de las orillas del Arlanzón. «Habrá que ir viendo lo que nos da, pero contamos con él», afirma Martínez.

Corbalán se ha ganado un hueco en el San Pablo a base de trabajo y talento. Llegó al filial de la Liga EBA con la campaña 2021/22 ya empezada  y cambió la cara al Nissan Grupo de Santiago por completo. En su debut, firmó 35 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 40 créditos de valoración para dar la primera victoria del curso a los azulones. De locos. A la jornada siguiente, volvió a conseguir unos números similares con 33 puntos, 7 rebotes y 39 de valoración. «Está muy por encima de la Liga EBA. Es un grandísimo jugador, muy completo para su edad», analiza José Luis Cubillo, su entrenador en el filial.

Su calidad y su trabajo le llevaron a entrenar con el primer equipo de forma habitual e, incluso, llegó a entrar en una convocatoria de la Basketball Champions League y la Liga Endesa. De hecho, debutó ante el Barcelona con el Coliseum a reventar, una experiencia de la que no se olvida: «Fue lindo ver a la gente apoyándome y emocionados como yo».

A pesar de que ha sido un año muy duro para la entidad, Corbalán ha aprovechado para aprender todo lo posible de los 'pesos pesados' del equipo y mejorar su baloncesto. «En la derrota se aprende más que en la victoria y no me arrepiento de la decisión que tomé. Me sorprendió ver trabajar a Benite. Es muy profesional y mete muchísimo en los entrenamientos», cuenta.

En la temporada 2022/23 le tocará dar un paso adelante porque el San Pablo cuenta con él y la LEB Oro le exigirá mucho más que la Liga EBA.  Al argentino no le da miedo el desafío y tiene claro que deberá poner al equipo por encima de su papel individual: «Más allá de lo que juegue, lo principal es ascender con el San Pablo. Ayudaré para llegar a ese objetivo».

¿Cómo juega? A sus 20 años y con 1.94 metros de altura, Corbalán es un base con mucho desparpajo, visión de juego y realmente peligroso a campo abierto. «Es un jugador que penetra durísimo, salta mucho y tiene buena mano de tres.  A campo abierto es muy potente porque tiene un gran cambio de ritmo, tipo Ginóbili en su etapa más joven. Es muy agresivo y tiene buena mano cuando hace un step-back muy difícil de defender», analiza Cubillo.

En la misma línea se mueve Martínez, que destaca su capacidad para elegir la mejor opción, así como su habilidad para jugar en transición. «Tenía que mejorar el tiro exterior y ha dado un paso adelante en ese aspecto. Desde el día uno ha demostrado tener las cosas bastante claras, un físico privilegiado y un talento increíble, pero hay que ir día a día», puntualiza.

Corbalán está convencido de su objetivo y listo para explotar en Burgos. De hecho, en unos días llegará Argentina para ejercitarse junto a su padre, exjugador y ahora entrenador, y volver a tope a las orillas del Arlanzón: « Mi papá tiene una perspectiva diferente a la del jugador y trato de absorber todo lo que dice. Siempre lo dice para que mejore».