Licitan la obra de la calle Ramón y Cajal por casi un millón

Ó.C.
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La reforma supone la inversión más relevante de 2022 y tendrá un sobrecoste respecto al presupuesto inicial de unos 250.000 euros. Las obras no arrancarán antes de septiembre

La zona está en pleno centro de la ciudad, lo que ocasionará bastantes perjuicios al tráfico. - Foto: Ó.C.

El Ayuntamiento de Miranda comienza la licitación de la inversión más relevante de 2022. La reforma de un tramo de la céntrica calle Ramón y Cajal parte de un presupuesto que roza el millón de euros. La partida supera los 965.000 euros, aunque a la hora de realizar las cuentas públicas, el equipo de gobierno planificó gastar 716.000 euros. La inflación tiene la culpa de un sobrecoste de 250.000 euros, en una actuación con la que renovarán unos 200 metros de aceras y calzada. En concreto, desde la calle Francisco Cantera hasta Comuneros de Castilla, para continuar lo ejecutado en 2019 dentro de una primera fase.

Las empresas tendrán hasta el cinco de julio para ofertar, en un proceso en el que el departamento de Obras espera obtener alguna rebaja en la cuantía final, gracias a la competencia entre las firmas, en una actuación que inicialmente estaba previsto que comenzase este verano, aunque después de la revisión de los precios, en los despachos municipales cuentan con que los trabajos sobre el terreno no arranquen antes de septiembre.

Así lo detalla el concejal, Adrián SanEmeterio, quien aclara que el tiempo estimado alcanza los nueve meses, aunque espera que este plazo mengüe, «como pasó en Arenal», ya que es consciente de los perjuicios que ocasionará a vecinos y comerciantes. En total afectará a 17 portales y a casi cuarenta negocios activos, aunque este número aumentará por la zona de acopio, un espacio «que no sabemos cuál será y dependerá de las necesidades de la empresa», matiza San Emeterio.

Por el momento, indica que han mantenido varias reuniones explicativas entre las comunidades «pero sin hablar de plazos», de una inversión que la propia alcaldesa Aitana Hernando tilda de «unas obras absolutamente necesarias e imprescindibles».

Respecto a la actuación, los responsables municipales aclaran que esta «reforma integral» se notará desde varios puntos de vista. El primero será el visual, ya que el proyecto dará continuidad lo ya ejecutado en Ramón y Cajal desde San Agustín hasta Francisco Cantera.

De esta manera, la calzada tendrá cuatro metros de ancho, a lo que hay que añadir poco más de dos metros para los aparcamientos. Sobre los estacionamientos, el Ayuntamiento eliminará los del lado derecho de la calle, que corresponde a los números impares.La alcaldesa detalla que la intención «pasa por dar más peso al peatón», con aceras más anchas. En total, la nueva imagen dejará más de veinte plazas de aparcamientos suprimidas, en un tramo por el que pasa el autobús urbano , por lo que durante el tiempo que duren las obras el transporte público variará su recorrido.

La reforma integral también afectará a la renovación de elementos incluidos en la red de saneamiento y la adecuación de todos los suministros, con el soterramiento de alguno de ellos. Además, como novedad el proyecto también contempla un punto de recarga para vehículos eléctricos.