Prohíbe verter restos industriales ganaderos a 1 kilómetro

S.F.L.
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El Consistorio de Llano de Bureba crea una ordenanza para preservar el medio ambiente en previsión de que se construya la macrogranja de cerdos para cría

David Martínez (i.), junto con vecinos de Llano, presentó 166 alegaciones en 2019 en la Junta contra la macrogranja. - Foto: DB

La localidad de Llano de Bureba prohíbe a través de una ordenanza municipal arrojar restos industriales ganaderos -como estiércol, lodo y purines- a lo largo de una franja de 1.000 metros de anchura alrededor de los límites externos del suelo urbano. Dicha determinación tiene por objetivo la regulación del almacenamiento, transporte, vertido y distribución en las fincas rústicas de labor del municipio y sus núcleos de población de estos residuos, con el fin de reducir al máximo las molestias y contaminación que dichas fuentes pueden ocasionar.

El nuevo reglamento se encuentra aún en periodo de exposición pública pero en el caso de que nadie presente alegaciones el equipo de gobierno local lo aprobará en el próximo pleno. Dicha ordenanza nace, según David Martínez, portavoz del colectivo Granja No y concejal del Ayuntamiento de Llano, porque «la macrogranja porcina amenaza con instalarse y quedarse en el caso de que la Junta entregue los permisos pertinentes. Con esto intentamos que los vertidos no lleguen a filtrarse al agua que después bebemos», añade.

Así, el Consistorio considera necesario adoptar las medidas para tratar de preservar el medio ambiente sobre el que se asienta la actividad ganadera. «Puesta en relieve la problemática de índole sanitaria y medioambiental que pudiera originar en el pueblo el vertido de residuos procedentes de fuentes de origen industrial agrícola y ganadero: purines, estiércoles y lodos principalmente, hemos optado por regularla», declara el edil.

Los corrales, las granjas domésticas y las explotaciones extensivas e intensivas de pequeña dimensión, entendiéndose como tales en ovino y caprino, granjas de menos de 200 cabezas; en vacuno, explotaciones con menos de 50 animales y en porcino de menos de 5, quedan excluidas . «La aplicación de deyecciones sobre el terreno se deberá realizar siempre con la finalidad de fertilización y por lo tanto, en la dosis y la forma adecuada para su máximo aprovechamiento y evitando las pérdidas por lixiviación o por emisiones a la atmósfera», expone Martínez. Asimismo, cuando la «valorización se realice con el sistema de inyección, la zona de exclusión será de 300 metros alrededor del casco urbano y núcleos de población», añade.

Igualmente, aquellos titulares de explotaciones que apliquen purines en Llano de Bureba tendrán actualizado y a disposición del Ayuntamiento el Libro Registro de Operaciones de Gestión de Deyecciones Ganaderas para las Actividades e Instalaciones Ganaderas de Castilla y León. Para controlar los purines aplicados en el municipio el Ayuntamiento podrá solicitar a los responsables de los vertidos regulados en la ordenanza que presenten en el plazo máximo de una semana una copia de la ficha de aplicación de las deposiciones ganaderas.

SIN NOTICIAS DEL EXPEDIENTE.

El concejal del Ayuntamiento de Llano, David Martínez, revela que no tiene noticias del expediente de la construcción de la macrogranja, que pretende dar cabida a 3.100 cerdas con lechones de hasta 6 kilos, 620 cerdas de reposición y 7 verracos. En septiembre de 2019 Granja No presentó a la Junta 166 alegaciones contra el proyecto pero aún no han recibido respuesta.