El Casco Viejo de Miranda, un ecobarrio autosuficiente

ARSENIO BESGA
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El plan de la Asociación Amigos del Castillo impulsaría las energías renovables y el embellecimiento de la zona con vegetación y murales. El proyecto encaja con varios requisitos para optar a fondos europeos

Algunos edificios tienen un aspecto un tanto lúgubre en la actualidad. - Foto: A.B.

Los edificios del Casco Viejo podrían alcanzar la «autosuficiencia energética». La Asociación Amigos del Castillo acumula meses trabajando en una iniciativa que, ahora, está tratándose desde la oficina Miranda Empresas. El proyecto consiste en revestir los bloques de la zona más antigua de la ciudad con vegetación y murales artísticos para darle un aire renovado. Además, pretenden instalar paneles fotovoltaico en los tejados, así como, pequeños molinos para generar electricidad a través de la fuerza eólica.

La Asociación ha estudiado en profundidad los requisitos que desde la Unión Europea se han impuesto para recibir ayudas en materia de regeneración urbana. El grupo mirandés se ha apoyado en la guía del Ayuntamiento de La Coruña. Dentro de ese documento se relatan las líneas descritas por el órgano supranacional para los Fondos Next Generation. En particular, la transformación del Casco Viejo cuadra en al menos cinco de los diez apartados posibles.

Mejorar el atractivo de un barrio deprimido atraería no solo turismo esporádico, sino también a residentes permanentes. Por tanto, el eje de lucha contra la despoblación marcado desde Europa se cumple con creces. Asimismo, en ese bloque de exigencias se encuadra la rehabilitación de edificios y la regeneración urbana. Por otra parte, la UE valora positivamente la creación de infraestructuras resilientes. En resumidas cuentas, el impulso de las energías renovables y la reducción de dióxido de carbono por el incremento de la vegetación tiene su espacio en las subvenciones.

Otro punto fundamental de los Fondos Next Generation se centra en la transición justa e inclusiva. También, la guía del Consistorio de La Coruña resume que las políticas de desarrollo de la cultura, y de la economía, el empleo y la inclusión son claves vertebradoras del apoyo europeo. El elemento artístico propuesto por la Asociación ya cumple este elemento. Ahora bien, su iniciativa tiene una dimensión transversal y ambiciosa.

El grupo proyecta un aula de investigación, recuperación y rehabilitación del patrimonio. Esta podría situarse en la vivienda añadida a la iglesiaSan Juan, que acumula décadas abandonada. Si bien, se necesitaría una importante obra, el lugar serviría para atraer talento y dinamizar el empleo. En este sentido, la Asociación preferiría que dicha dotación se habilitara con el fin de realizar programas sociales. Tales actividades contarían con la participación de profesionales y estudiantes, pero también de personas en riesgo de exclusión social y víctimas de violencia machista. Es decir, se convertiría en un lugar de formación para dar una salida a aquellos que lo necesitan.

Aunque el trabajo de la Asociación es denso, profundo y riguroso, el proyecto todavía se encuentra en una etapa inicial. Tras muchas conversaciones con varios departamentos, el grupo ha conseguido encauzar la iniciativa a través de Miranda Empresas. La oficina municipal presentó hace cuestión de meses un plan de desarrollo estratégico en el que, precisamente, se abría la puerta a la participación ciudadana.

No obstante, desde Miranda Empresas mantienen cautela y, aunque han entablado conversaciones con firmas relacionadas con la energía sostenible, ven lejano el fin del proyecto. De hecho, tampoco pueden asegurar con rotundidad su viabilidad. Eso sí, están abiertos a cualquier vía de financiación y no solo a los fondos europeos. Con ello, quieren garantizar que el programa, si se lleva a cabo, posea el mayor respaldo posible.