Aunque el Ayuntamiento empezó hace casi dos años a preparar un plan de acción para mitigar las emisiones en días de alta contaminación en cumplimiento con la Ley de Cambio Climático aprobada hace unos meses por el Congreso y el Senado, parece complicado que el llamado 'Burgos Central' esté listo en el tiempo estipulado. La norma fija el límite el 1 de enero de 2023 para todas aquellas ciudades de más de 50.000 habitantes. El equipo de Gobierno, con las diferentes concejalías implicadas, tiene exactamente once meses para cumplir, pero algunos técnicos lo ven muy complicado. Una parte muy importante del proyecto estará sustentado por unos Fondos Europeos de los que no hay noticias. Sin esta ayuda, será difícil sacar las licitaciones a su debido tiempo.  

Hasta el momento el planteamiento del plan está claro. La entrada de coches en el centro de la capital estará prohibida en los días de contaminación extrema. El área quedará delimitada por el este en la avenida Cantabria; por el sur el paseo de la Audiencia, la Isla, el Bulevar y la Quinta; por el norte la avenida del Cid, calle San Francisco y Los Cubos, que hará frontera con el oeste. Solo podrán circular ambulancias y demás vehículos de emergencia, residentes o transporte de carga y descarga. Eso sí, salvo los primeros, el resto a no más de 20 kilómetros por hora. 

La idea de Medio Ambiente e Ingeniería Industrial es controlar el acceso de vehículos que pueden entrar en la zona de bajas emisiones con un sistema de cámaras parecido al que funciona en los espacios peatonales del centro histórico acotados por bolardos. Pero este dispositivo de videovigilancia es el que está sujeto a la financiación europea (...).

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