Los pueblos viven su temporada alta con la llegada del verano y los Ayuntamientos ya preparan todo para que no falte ningún detalle de cara a los ajetreados meses que se vienen por delante. Las piscinas se alzan como las instalaciones preferidas en la época estival y por ello los municipios más grandes abrirán este mes sin esperar hasta el tradicional 1 de julio. La mayoría ya ha comenzado a licitar su gestión, aunque aquellos que diferencian entre zona de baño y servicio de hostelería sí han detectado que cuesta encontrar camareros para los bares ante la falta generalizada de personal en el sector.
El repunte de vecinos en el medio rural se nota desde este mes, especialmente con la llegada de las vacaciones de los escolares, y los alcaldes son conscientes ello. Así, se ve también como una fantástica oportunidad para sacar el máximo a estas instalaciones veraniegas. De mantenerse las sofocantes temperaturas que se han dado durante prácticamente todo el mes de mayo, las ganas de darse un chapuzón están aseguradas y a buen seguro la demanda resultará elevada. Además, tras dos años marcados por la pandemia, en esta ocasión no habrá ninguna restricción.
Villagonzalo Pedernales será una las localidades que abrirá más pronto que nunca sus piscinas con motivo de que «ya acaba el colegio, los niños no tienen actividades y así están entretenidos», comenta la alcaldesa, Purificación Ortega. Lo hará el viernes 17 de junio, cuando habitualmente arrancaban tras los Sampedros. El buen tiempo también les ha animado y hace imaginar «un buen verano». Esa misma fecha ha escogido Arcos de la Llana, que inauguró sus instalaciones el pasado año, con la gran novedad de que el restaurante de la instalación lo llevará José María Temiño, propietario de Maridajes en la capital burgalesa y reconocido cocinero. El alcalde, Javier Castillo, confirma que ya se han acabado los bonos sacados a la venta y cada día solo se venderán 40 entradas.
(La situación en una veintena de pueblos más, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)