Santiago González

Plaza Mayor

Santiago González


Un ladrón lanzando fuego

15/02/2023

Llega el carnaval y aún no tengo pensado mi disfraz. Quedan apenas unos días para estas fiestas de la carne que abren la puerta a esos 40 días de Cuaresma antes de la Semana Santa. Es el momento del despendole y la alegría, de la ilusión y el desenfreno... aunque sin pasarse. El caso es que vista la Casa Consistorial, con ese dragón lanzando fuego por la boca como si quisiera calentar el ambiente, que falta hace, me he parado a pensar en la falta de tradición hacia esta fiesta que siempre llega en época invernal.

Pero no es verdad, sí existe tradición. No somos mucho del carnaval de color, comparsas y maquillaje, más propio de Cádiz, Tenerife o Badajoz, pero en cambio existe un carnaval que bebe de antiguos ritos y rescata personajes ancestrales. Es ese carnaval rural, que se celebra en nuestros pueblos siguiendo costumbres que se pierden en la memoria colectiva. Personajes carnavalescos como La Tarasca de Hacinas, el Gallo de Mecerreyes, el Gallo de El Almiñé o la Vaca Rabona de Hortigüela siguen saliendo a las calles todos los años y atrayendo a numerosas personas de toda la provincia e incluso allende sus fronteras.

Hay que reivindicar este carnaval rural, ése que continúa las tradiciones de nuestros padres y abuelos y que verdaderamente es nuestro. Quizás sea menos colorido y dicharachero que las comparsas gaditanas o menos musical y estético que las murgas y disfraces canarios, pero tiene un valor cultural, etnográfico e histórico que no debemos dejar perder. Por supuesto, que también hay que escuchar las chirigotas de la Peña Recreativa Castellana, eso ya es un clásico, y pasarlo bien en el desfile y otras actividades de estos días. Sin embargo, no olvidemos nuestras tradiciones, muchas de ellas se están perdiendo por la falta de relevo, así que yo apuesto este año por el carnaval rural.