Exalumnos de la UBU no pueden estudiar en la Biblioteca

C.M.
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Tras finalizar sus estudios están preparando oposiciones. Se les exige tener el carné de estar matriculados este curso o pagar la cuota de la asociación de antiguos estudiantes 'Alumni'

Parte del grupo de afectados posa en las escaleras de la Biblioteca Universitaria del campus de San Amaro. - Foto: Jesús J. Matías

Un grupo de exalumnos que finalizaron sus estudios el curso 2019-2020 en la UBU ha presentado un recurso de reposición contra la decisión de la institución de no permitirles estudiar en la Biblioteca Universitaria en aplicación del plan de medidas de contingencia contra la covid-19, aprobado por la institución este mismo mes. 

Entre las citadas medidas se establece la obligatoriedad de presentar el carnet de estudiante de este curso 2020-2021, que arrancará la próxima semana, o de lo contrario no podrán acceder a la misma, el motivo debido a las limitaciones para evitar contagios de coronavirus. 

Isabel Pérez, que finalizó el doble grado de Derecho y Administración de Empresas en la UBU el año pasado, y Silvia Díez, el de Administración y Dirección de Empresas, son dos de las afectadas. Ambas están preparando oposiciones de Hacienda. Durante los meses de julio, agosto y la primera semana de septiembre acudían a la biblioteca para estudiar. Sin embargo, el jueves pasado ya no se les permitió el acceso. «La medida tendría sentido si hubiera mucha demanda de alumnos pero el curso no ha empezado y la biblioteca tiene tres plantas y, prácticamente, no hay más de 30 personas y todas con la mascarilla y guardando las distancias», aseguró Pérez. 

Presentaron una queja en el buzón de la Biblioteca Central pero ahora han decidido ir más allá con el recurso de reposición. «Nos parece correcto que tengan prioridad los estudiantes matriculados este año sobre el resto y entenderíamos que en época de exámenes universitarios se nos pusieran pegas pero ahora las tres plantas de la biblioteca están vacías y nosotros hemos sido alumnos de la UBU», aseguró Díez. 

La solución que les ha dado la institución académica es que se asocien a la Asociación de Antiguos Alumnos ‘Alumni’ y paguen la cuota de 20 euros, lo que les da derecho a usar las instalaciones. Sin embargo, la rechazan. «No son los 20 euros. Es el hecho de que hemos estado matriculados y pagando todos los años, además de tratarse de un servicio público».

Al no poder usar las instalaciones universitarias (tampoco se les permite en la de la Politécnica del Vena), se ven obligados a repartirse por el resto de bibliotecas municipales o la pública de San Juan. «Por la mañana no hay problema pero por la tarde o vienes pronto o vienes sitio», añaden, al tiempo que apuntan que en estas instalaciones piden el teléfono y el nombre para que  en el caso de que se produzca un positivo se pueda rastrear. El grupo de opositores elige las bibliotecas para estudiar al concentrarse mejor que en sus casas. «Pensamos que la UBUdebe facilitar a sus exalumnos su futuro progreso laboral», sentenciaron.

Desde la institución académica, justificaron esta decisión en la nueva normativa de restricción de accesos externos aprobada para evitar contagios por coronavirus, que también están aplicando en otras universidades.