El confinamiento de Aranda hundió el turismo un 81%

ADRIÁN DEL CAMPO
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Si en julio la villa remontó con 1.511 visitantes, en agosto la cifra bajó a 286. Hoy se reprocha a la Junta que no se limitara a imponer la fase 1, como en Valladolid

Un bar de la Plaza Mayor de Aranda, medio vacío en el confinamiento. - Foto: Alberto Rodrigo

Los datos que dejó el confinamiento de Aranda son demoledores. El encierro de la ciudad durante dos semanas en el pasado agosto hundió la llegada de visitantes en un 81% en un solo mes. Si en julio se logró remontar el número de foráneos hasta alcanzar los 1.511, en agosto la cifra se desplomó a tan solo 286 personas. Es más, en todo el mes pasado se registraron menos turistas que durante los nueve días de libre circulación (una vez finalizado el estado de alarma) de junio, cuando se alcanzaron los 441 visitantes. Estos son los demoledores datos que deja el registro de la Oficina de Turismo de Aranda.

La primera comparación, la más inmediata, se realiza con los números contabilizados después de la llegada del coronavirus, ya que relacionarlos con los anteriores a la pandemia es hablar de realidades totalmente distintas, aunque también conviene recordarlos. Agosto fue el mes de 2019 en el que Aranda recibió mayor número de visitantes, con 5.590 turistas registrados por la oficina municipal. El siguiente mes fue octubre, con 3.429.

Los números de visitantes del año pasado corroboran lo que tantas veces han defendido los hosteleros, comerciantes y empresarios de la ciudad, que agosto es el mes más importante para Aranda. Por ello han denunciado una y mil veces los daños que causó un confinamiento local durante dichas fechas. Hoy, un mes después de que se decretara el encierro de la capital ribereña de rotondas para dentro, el enfado con la medida no ha mermado.

La presidenta de la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera (Asohar), Nuria Leal, recuerda que julio "estaba funcionando muy bien para el sector y que agosto pintaba muy bien", pero que, como demuestran los datos, todo se fue a pique "a raíz del confinamiento de Aranda". Efectos que todavía hoy se siguen notando. "En septiembre la gente que viene a la zona es muy poquita. Los hoteles y las casas rurales están muy flojos", lamenta Nuria Leal, que asevera que "el confinamiento fue un despropósito porque se hizo sin dar datos, sin decir cómo, sin medios...".

Con el enfado todavía latente, la presidenta de Asohar advierte que "las consecuencias" de aquella decisión "todavía están por llegar" para todo el tejido empresarial de la Ribera y sentencia que "si es lo que procede", emprenderán "acciones legales" por los daños de la decisión de la Junta, aunque deja esta medida en manos de la asociación de empresarios Asemar.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Aranda (Acoa), Susana de las Heras, afirma que los datos del hundimiento del turismo en Aranda están dentro de lo que esperaban porque fue "catastrófico" y las "consecuencias todavía se están notando". "Se va a remontar pero muy poco a poco, porque el descenso fue brutal. Las cifras de la caída de visitantes son las de la bajada de las ventas", añade De las Heras.

"La caída del turismo fue más grande de lo que esperaba". La concejala de Turismo del Ayuntamiento de Aranda, Olga Maderuelo, con los datos en la mesa, reconoce que "la caída del turismo fue más grande de lo que esperaba" y recuerda que todo el equipo de Gobierno valora "mal" el bloqueo que sufrió la capital ribereña. Ahora, viendo que cuando hay transmisión comunitaria en una ciudad la Junta no está confinando, sino imponiendo la vuelta a la fase 1, casos de Valladolid y Salamanca, en Aranda duele que a ellos no se les tratar igual y se les aplicará un confinamiento total, como a tantos pueblos.

"Si volviera a haber transmisión comunitaria, esperemos que no, toco madera, un confinamiento como el que se está aplicando a las ciudades sería lo adecuado para Aranda", sentencia Maderuelo. Tanto la concejala como las presidentas de las asociaciones animan a los arandinos a volver a los bares y comercios mientras presumen de un sector que está cumpliendo todas las medidas sanitarias.