El viñedo sufrirá "mucho" en verano si no llueve en breve

L.N.
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Los viticultores reconocen cierta preocupación por la falta de precipitaciones desde el otoño y advierten que, en caso de seguir así, se reducirá la cosecha

El viñedo sufrirá "mucho" en verano si no llueve en breve - Foto: E.I.

Los viticultores no dejan de mirar al cielo. El campo necesita que llueva. Pero nada. El otoño fue seco y lo que va de invierno, parecido. De prolongarse la falta de precipitaciones en la Ribera del Duero, en el sector vaticinan que las viñas "lo pasarán muy mal en verano".

Alejandro de la Fuente, viticultor en la localidad ribereña de Gumiel de Mercado, explica que si sigue sin llover, las plantas se resentirán. "No tendrán reservas de agua para aguantar la época estival y es probable que los racimos sean más pequeños", advierte, mientras poda sus cepas. Pero no sólo eso. A su juicio, también se podría ver afectada la calidad: "Si la planta no tiene reservas, puede haber una pérdida de la masa de hojas y eso va en detrimento de la calidad". 

En esta línea, el vicepresidente de Asaja, Javier Arroyo, no oculta que si continúa la escasez de lluvias, habrá menos cosecha. Más crudo lo tiene, a su juicio, el cereal: "La salvación es que llueva y bien antes del 15 de marzo. Si no, la producción caerá en un porcentaje importante". A este panorama se suma el encarecimiento de los abonos, fitosanitarios y gasoil agrícola, así como las dificultades para adquirir determinada maquinaria. "Nos ha durado poco la alegría", admite Arroyo, tras una última buena cosecha en líneas generales. 

Iker Ugarte, presidente de la asociación de bodegueros Asebor, también constata que están "un poco preocupados". En su opinión, el problema es la tendencia que se va marcando últimamente, sin precipitaciones importantes desde la primavera del año pasado. "No cae nada y tampoco tiene pinta de que lo vaya a hacer", lamenta, mientras advierte que "otro verano sin lluvias afectaría negativamente a la producción". Ahora, dice Ugarte, a la planta le "da igual" que no llueva porque no está brotando. Pero si no tiene agua cuando empiece a hacerlo, "habrá un problema". Es decir, "si la planta no tiene reservas para engordar las uvas, saldrán más pequeñas y menos racimos". E, incluso, se tendría que quitar "más carga de lo normal porque si no hay agua, tampoco madura la uva". 

Una nevada sería clave. Por su parte, el viticultor Eduardo Izquierdo defiende que, aparte de las lluvias y de las heladas, una nevada le vendría muy bien al campo. 

Finalmente, el responsable del Servicio de Experimentación y Ensayo de Ribera del Duero, Alberto Tobes, indica que "a día de hoy el viñedo está en parada vegetativa y no le influye". Además, dice, las cepas están acostumbradas al clima árido. "Así que lo importante es que llueva a partir de ahora", zanja.