De peña en familia

C.M.
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Esta pareja vivirá unas fiestas muy especiales junto a sus vástagos Oliver, de 4 años, y Lian, de tan solo 9 meses. Todos vestirán la blusa y el pañuelo de Los Felices

De peña en familia - Foto: Alberto Rodrigo

Al pequeño Lian, de tan solo 9 meses, hay que doblarle las mangas de la talla más pequeña de la blusa de la Peña Los Felices para que le encaje pero ello no impedirá que se pueda vestir por primera vez para participar junto a sus padres, Jorge Tobar y Beatriz Velasco, en las fiestas de San Pedro y San Pablo 2022. También lo hará su hermano Oliver, de 4 años, para quien también serán una novedad. Y es que los dos años de pandemia han impedido a esta familia de peñistas enfundarse el traje y disfrutar de la calle y la alegría y ahora, más que nunca, hacerlo junto a sus hijos. 

Los Sampedros no son lo mismo si se pertenece a una peña. Lo sabe bien Jorge que, a punto de cumplir 37 años, asegura que desde los 22 viste los colores de Los Felices, camiseta y pantalón blanco, blusa de cuadros azules y pañuelo verde. Los culpables de que se hiciera peñista fueron sus amigos. Aunque natural de Tardajos, hizo pandilla en la capital y, viendo lo bien que se lo pasaban sus compañeros, le dio envidia y decidió hacerse peñista. «Se viven las fiestas de otra manera. Es totalmente diferente. No es lo mismo».

Beatriz pertenecía a otra peña y cuando conoció a Jorge decidió apuntarse a Los Felices, donde lleva ya una década. La pareja siempre ha sido muy participativa y cuando nació su primer hijo no dudó en apuntarle también, al igual que han hecho ahora con el pequeño. Saben que con los niños todo será diferente y no podrán participar en algunas de las actividades programadas pero van a intentarlo.

El alma de peñista es capaz de superar cualquier dificultad que se ponga por delante. «Mucha gente que tiene hijos no sigue en la peña al suponer mucha carga pero yo soy partidaria de que los niños vivan las fiestas con sus padres.... Que vayan conociendo las charangas o la bajada de las peñas», aseguró Beatriz Velasco.

Antes de tener a sus hijos iban a los toros, hacían la bajada y luego iban a la peña y de ahí al centro y a ver los fuegos artificiales todo seguido, pero este año saben que será diferente. «Podemos seguir participando pero de manera más tranquila», añadió. 

Jorge y Beatriz confían en que su hijo Oliver, el más mayor, viva este año unas fiestas diferentes, dado que la pandemia le hurtó los dos anteriores y en 2019 solo tenía un año. «Ahora lo va a vivir. Le llevaremos a los toros a ver qué tal. Yo me quedaré fuera con el pequeño y cuando salgan él y el padre nos incorporaremos a la bajada e iremos a ver los fuegos y luego a casa», señala Beatriz, que también asegura que reservarán algún día para ir a las barracas aunque este año se hayan trasladado a Villalonquéjar.

Tanto Jorge como Beatriz animan a ser de una peña. «Los mayores disfrutan más y a los pequeños les ayuda mucho a socializar», afirman. Para ambos el día de San Pedro es su favorito por las numerosas actividades que se programan pero si ambos tienen que elegir un acto se decantan por la bajada de los toros. «Es difícil de explicar. Al principio te da un poco de vergüenza pero es fantástico relacionarte con los miembros de tu peña y los de otras. Es lo mejor de las fiestas y a muchas personas les encanta observar cómo bajan todos los días», aseguró Jorge.

Como el resto de burgaleses ansían la vuelta a la normalidad tras la pandemia. «Necesitamos volver a lo de antes.Estamos viendo que la gente quiere disfrutar y volver a disfrutar de las fiestas».

Y es que la vida dentro de una peña no solo se circunscribe a las fiestas de SanPedro o a El Parral. Se programan actividades de todo tipo que contribuyen a hacer piña. En Navidad organizan reparto de regalos para los niños o también diferentes talleres en San Isidro. «La gente más mayor acudía a la sede de la peña para jugar a las cartas o tan solo charlar y ahora les cuesta volver. También se organizan excursiones y otras actividades».

La Peña Los Felices se creó en 1967, cuenta en la actualidad con 400 socios y tiene su sede en la calle Alfareros. Todavía siguen siendo socios una veintena de los fundadores. Está hermanada con la Peña de Los Ausines y la Peña La Ribera de Aranda de Duero.