Las calles de Peñaranda se han colorido de una forma única en este último mes. El proyecto Legados no sólo ha acercado algunas de las obras más emblemáticas de la Ribera del Duero, sino que ha arrastrado a gran cantidad de visitantes. La exposición, unida a una variada oferta cultural, ha sido el gancho perfecto para la revitalización del comercio del municipio burgalés.
La enorme expectación que se ha creado se refleja en la afluencia tras sus puertas. Según los datos ofrecidos por Paloma Plaza, concejala de Turismo de Peñaranda de Duero, 2.041 usuarios han asistido a ver Legados. Del 23 al 31 de julio, 599 visitantes acudieron al Palacio de Avellaneda. El último día de ese mes se batió el récord de público, con un total de 124 personas. Hasta el 24 de agosto, se ha recibido a 1.442 usuarios.
UNIÓN CON EL COMERCIO. La apuesta de Legados traspasa el ámbito cultural para introducirse en el comercio local. Para ello, se han impulsado los llamados Bonos Legados. Se trata de cheques de 15 euros que son entregados a los asistentes a la exposición y que pueden gastarse en los negocios afiliados a la iniciativa. Los establecimientos destacan la buena respuesta del cliente como lo mejor de esta iniciativa.
"Está siendo una experiencia muy positiva. No recuerdo un verano con tantos turistas", confiesa Mamen Vélez, gerente de Hospedería Jaramillo. Sobre las ventas, Carmen Hernán, de Supermercado Proxim, afirma que "se está notando mucho", algo que comparten la totalidad de los negocios. "Este tipo de iniciativas revitalizan el turismo y el comercio local", explica Mª José Jimeno, propietaria de Farmacia Jimeno. Por su parte, Maite Palacios, de Cerámica A Cántaros, menciona que "el boca a boca para recomendar negocios como el suyo", está jugando un papel fundamental.
ABUSO DEL CLIENTE LOCAL DE LOS BONOS LEGADOS. Los Bonos Legados son uno de los pilares fundamentales de esta iniciativa, que trata de unir arte y negocio local. Para ello, la organización otorga estos cheques por valor de 15 euros a los asistentes a la exposición. Pueden ser gastados de forma libre entre los cinco establecimientos afiliados al proyecto. Sin embargo, su uso no ha sido el más adecuado entre un sector reducido de los clientes del propio municipio.
El uso frecuente y continuado de estos vales hizo saltar las alarmas. Algunos vecinos repetían como visitantes de la muestra (la entrada es gratuita) en diversas ocasiones para poder acumular varios descuentos. "No era normal ver al mismo cliente durante varios días seguidos canjeando el bono", confiesa Carmen Hernán, de Supermercado Proxim. La empresaria peñarandina ya ha presentado su denuncia ante la Cámara de Comercio de Burgos, que ya está trabajando en la informatización de los datos de visitantes, que irán asociados a un nombre. De esta forma, los abusos de los primeros días se verán erradicados próximamente.