La Policía persigue laboratorios caseros de drogas sintéticas

FERNÁN LABAJO
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Ha aumentado su consumo. Tras las últimas operaciones en Burgos se cree que hay más productores en pisos clandestinos que adulteran sustancias

En los últimos meses se han llevado a cabo cuatro operativos. - Foto: Alberto Rodrigo

Un cúmulo de circunstancias han convertido a las drogas de diseño en un atractivo para muchos jóvenes. El encierro durante la pandemia ha dado paso a un desenfreno desmedido de la fiesta nocturna. Hay quien busca un disfrute inmediato y no excesivamente caro. Una dosis de MDMA, de GHB o de éxtasis tiene un precio similar al de dos o tres copas de alcohol, pero 'coloca' mucho antes. Además, tal y como ha detectado la Policía Nacional tras las últimas operaciones, en los últimos años proliferan los laboratorios clandestinos locales. Los traficantes ahorran costes porque no tienen que importarla y, para más inri, la adulteran.  Hace unas semanas se detectó uno de estos pisos en Miranda, el primero de Castilla y León. Pero desde la Comisaría Provincial creen que hay más.

Tradicionalmente, las sustancias químicas suelen importarse de los Países Bajos, donde se ocultan los grandes laboratorios que suministran a buena parte de Europa. En España, Burgos está ubicado en un punto estratégico de intercambio hacia el resto de la península. Principalmente, la provincia es el punto de conexión de distribuidores del norte y de Madrid. Lo es de más tipos de droga, pero en los últimos tiempos las sintéticas parecen haber cogido ventaja. «Hemos detectado un incremento del tráfico, especialmente en el último año y medio», reconoce el inspector jefe al mando de la Policía Judicial, José Manuel del Barco.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)