Los espectáculos taurinos, a pesar de no existir una tradición muy arraigada en la provincia, desde hace décadas y hasta hace unos se han llevado el porcentaje más alto de los presupuestos festivos de las localidades más importantes, aunque la respuesta de público -en claro declive- suele ser bastante inferior a otros espectáculos. Esa tendencia en el gasto comenzó a cambiar hace una legislatura y en la actual ya son varios los municipios que han decidido no organizar ningún festejo taurino y destinar ese dinero a mejorar el programa festivo, con orquestas más caras o la inclusión de más actividades.
Solo cinco municipios, Roa, Briviesca, Villarcayo, Salas de los Infantes y Huerta de Rey siguen destinando una cantidad importante a los festejos taurinos de sus fiestas, el resto mantiene algún tipo de festejo y en otros casos, como Melgar, Pradoluengo o Villadiego, han decidido prescindir de los toros por el alto coste que tiene, tanto económico como administrativo, y la escasa respuesta de público. Este verano los municipios burgaleses destinarán unos 200.000 euros a los toros.
A la cabeza en gasto se encuentra el ayuntamiento de Roa de Duero, con una larga tradición taurina, una feria muy consolidada y con los únicos encierros que quedan en la provincia. El coste de la feria, apunta el alcalde,David Colinas, es de 50.000 euros, más IVA, y la licitación es para tres años, es decir en total 150.000 (181.000 con IVA). En el pliego se establece que la adjudicataria, como mínimo, tiene que organizar una corrida de toros, una novillada con picadores y una corrida de rejones o mixta, los días 15, 16 y 17 de agosto.
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