No son pocos los perros que aparecen abandonados en el Camino de Santiago. Uno de los últimos casos no deja de ser curioso. Al lacero burgalés Luis Miguel Ramos le avisaron desde Carrión de los Condos (Palencia) de que habían aparecidos dos canes, en buen estado atados a un poste en plena Ruta Jacobea. Acudió, los recogió y los llevó al veterinario, quien descubrió su chip y se topó con la sorpresa de que sus propietarios son alemanes.  De tal modo que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona)  de la Guardia Civil se ha puesto a trabajar para tratar de localizar a los dueños a través del sistema europeo de identificación.

Ramos, que tiene experiencia en estas lides, tiene la intuición de que sus legítimos propietarios «no son quienes los dejaron abandonados en el Camino». Estima que se los han podido robar en su país o incluso en España y que sus ladrones los dejaron atrás en cuanto se dieron cuenta de que eran un lastre, ya que a partir de Palencia el número de albergues que admiten animales es cada vez menor.

En todo caso, el lacero burgalés -propietario de la residencia canina Ramos- asegura que los perros -sin raza- estaban bien cuidados y no habían sido maltratados. De hecho fueron hallados con correa y arnés. A partir de este momento, Ramos confía en que las gestiones de la Benemérita den sus frutos y se localice pronto a los dueños. Por el momento los tiene en sus instalaciones de Castañares a la espera de noticias.