"No dejaremos de tomar cervezas en un bar"

G. ARCE
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ENTREVISTA | Alfredo García-Cuevas, director de la fábrica de Mahou-San Miguel en Burgos

Alfredo García-Cuevas. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Asumió la dirección de la fábrica de Mahou-San Miguel en Burgos días antes de que se decretase el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, y la pandemia y la protección de la salud de los 150 trabajadores de la planta -que no ha parado su producción- está marcando sus primeros meses en el cargo. La crisis sanitaria ha truncado las celebraciones en marcha del 50 aniversario de esta industria y va a provocar que el grupo cervecero, estrechamente vinculado al devenir de la hostelería nacional, termine el año con pérdidas y una importante caída de ventas.

¿Cómo ha llevado estos seis meses en Burgos?

Compatibilizando mi entrada en la compañía con la gestión de la situación sanitaria. He intentando adelantarme a la situación y manejar esta crisis de la mejor manera posible. Segmentamos los turnos de trabajo, marcamos distancias, reorganizamos espacios comunes y apostamos por el teletrabajo, entre otras medidas excepcionales. También instalamos un teléfono de atención médica durante 24 horas para nuestros trabajadores. La fábrica no ha parado su producción durante los meses más complicados de la pandemia pero sí la ha ajustado a la demanda del mercado.

Era un año especial para la fábrica.

Tenemos un gran compromiso social y económico con Burgos. En este sentido, teníamos una serie de acciones para dinamizar la vida en la ciudad -apoyando a las fiestas de los Sampedros, con conciertos de música independiente en la fábrica...- pero no hemos podido llevarlas a cabo. Esperamos retomarlas cuando la situación lo permita. Seguiremos apostando por la Fundación Atapuerca y por el Museo de la Evolución Humana.

La compañía ha anunciado pérdidas y caída de ventas este año.

La situación de emergencia ha provocado el cierre de establecimientos de hostelería, lo que nos ha impacto de una forma muy relevante, pues la mayoría de nuestras ventas proceden de este sector. De enero a agosto hemos perdido un 37% de ventas en hostelería. Por contra, el canal de alimentación ha experimentado una ligera mejora del 10%, pero está muy lejos de compensar lo que hemos perdido en hostelería. La compañía ha hecho un esfuerzo muy importante para proteger el empleo de sus profesionales y apoyar a la hostelería, por todo ello el resultado de la compañía este año va a ser negativo. No obstante, en lo más duro de la crisis (marzo-abril) preveíamos una situación mucho más complicada de lo que realmente ha sido.

¿Cómo están apoyando a los hosteleros?

Es una de nuestras prioridades, pues es un sector esencial en la economía española que tiene muchos puestos de trabajo detrás. Nosotros hemos donado producto retornable de nuestras distintas marcas de cerveza (Mahou, San Miguel, Alhambra y agua de Solan de Cabras) por valor de más de 75 millones de euros para ayudar a hacer caja a nuestros clientes.

¿Temen muchos cierres de bares?

No soy el más indicado para responder a esto. La hostelería está pasando momentos muy duros y nosotros estamos dedicando recursos para intentar reactivarla. Hay muchos empleos en juego.

¿Están cambiando los hábitos de consumo de la cerveza?

Hemos detectado cambios en el comportamiento de los consumidores durante el confinamiento, pero ya en los últimos años vemos una sofisticación en los gustos. Hay un auge en el consumo de cerveza premium, lo hemos notado de forma importante en nuestra tienda online Solana. Ha aumentado el consumo a través del canal de alimentación pero no sabemos cómo va a continuar esto. Vivimos en una cultura donde la socialización es muy importante porque nos gusta disfrutar de la calle. El hábito de tomar cerveza en un bar no se va a perder, aunque el escenario sea incierto. Es clave la promoción de una socialización responsable, que la gente acuda a los bares y restaurantes de una forma segura, algo que estamos promoviendo a través de la campaña ‘Somos familia’.

¿San Miguel sigue con sus proyectos en Burgos o los ha paralizado?

Seguimos manteniendo la prioridad de avanzar en el nuevo entorno de industria 4.0 y apostando por el sistema de excelencia Mahou-San Miguel para avanzan en el camino del lean-manufacturing. Los proyectos relevantes siguen en marcha, como los enfocados a modernizar nuestros procesos. Hemos renovado la línea de barriles, donde hemos invertido 7 millones de euros entre 2018 y 2019. Este proyecto nos ha permitido maximizar la eficiencia de nuestros procesos y elevar un 15% nuestra producción.

¿Cuántas cervezas se elaboran en Burgos?

Continuamente probamos y desarrollamos nuevas recetas y algunas de ellas pasan a formar parte de nuestro portafolio. En 2018 elaborábamos 10 recetas y actualmente son 20 y cada una se envasa en 15 formatos diferentes. Apostamos por la innovación y también por la sostenibilidad. El pasado año firmamos un acuerdo con Verallia, líder europeo en la fabricación de vidrio para bebidas y alimentación y vecino nuestro de polígono, que ha supuesto una inversión conjunta de 2 millones de euros. El proyecto permite aprovechar la energía residual que Verallia genera para refundir su vidrio para emplearla en el proceso de elaboración de la cerveza en detrimento del consumo de gas, que reducimos en un 70%, al igual que un 60% las emisiones de CO2 a la atmósfera. Por otro lado, dentro de nuestro compromiso firme del cuidado del medio ambiente, hemos implementado un proyecto que nos permite sustituir el uso de plástico en nuestra producción de latas por cartón en doce referencias de nuestras principales cervezas. Hemos instalado una de las primeras máquinas que son capaces de gestionar este cambio, lo que nos supone un ahorro de 90.000 kilos de plástico al año.

¿Qué supone la fábrica de Burgos para el grupo cervecero?

Es clave para Mahou-San Miguel y la voluntad de la compañía es seguir desarrollándola y manteniéndola como referente en la zona industrial en la que estamos. Tenemos una vocación de largo plazo con Burgos. Empleamos a 150 personas de manera directa y otras 70 de forma indirecta. Creamos actividad y valor en nuestra comarca adquiriendo bienes a 136 proveedores locales por un valor de más de 10 millones de euros el pasado año. Si miramos desde 2015 son 42 millones de euros en compras.