El trampolín que supone vestir la camiseta del Mirandés sigue funcionando. Tras algunos casos en plantillas anteriores, como Vivian o Malsa, este verano parece que le ha llegado el turno a otros tantos futbolistas jabatos. El salto a la primera división es grande, pero los méritos de muchos jabatos han llamado la atención de equipos importantes.
En la línea de atrás, Carreira se ajusta a las necesidades y el planteamiento del Celta. El lateral puede mostrar ciertas lagunas en la faceta defensiva, pero en ataque es un puñal. De forma similar, Imanol tiene opciones de lucir la camiseta del Athletic Club el próximo curso. No obstante, su futuro dependerá de quién ocupe la presidencia y el banquillo del club. Además, con Yuri a un gran nivel y Balenziaga renovado, se le pondría muy complicado contar con minutos.
En el centro de la zaga, Arroyo ha cuajado una gran temporada. El defensa tiene contrato con el Liverpool y, como dicho club comparte dueños con el Elche, su futuro se acerca al de este equipo de primera. Jorge Sáenz, en cambio, pertenece al Valencia. Los chés pretenden hacer una revolución en sus filas, lo cual podría dar un hueco a futbolistas con el perfil del jugador rojillo.
Llegando al centro del campo, solo Meseguer aparentemente tiene una oportunidad tangible de 'ascender'. El Almería no le pierde de vista y ahora se han sumado al seguimiento otros como el Espanyol o el Villarreal. El Mirandés deberá tomar una decisión, puesto que termina contrato en 2023.
Donde existen menos dudas sobre su llegada a la primera división es en la punta de ataque y en la posición de enganche. Camello y Riquelme, que pertenecen al Atlético de Madrid, encajan en muchos clubes. De hecho, la entidad rojiblanca ahora mismo está trabajando para colocar a sus jóvenes promesas. En España, uno de los destinos más posibles se encuentra en las Baleares. Según dicen en las islas, el Mallorca estaría encantado de incorporarlos en verano.
Al margen de estos, el caso de Iñigo Vicente se antoja un poco más complicado. En su contra, el extremo vasco tiene el mismo problema que Imanol: no sabe quién entrenará al Athletic de Bilbao. A su favor, ha demostrado ser un futbolista exquisito con el balón en los pies. Precisamente, esto ha hecho que en La Coruña se empiece a rumorear un interés del Dépor. Sin embargo, no parece su destino ideal, en tanto que supondría un salto mínimo en su carrera. Vicente finaliza contrato en un año, por lo que el propio Mirandés estará atento a su situación.