Las renovables mantienen 800 millones en cartera para Burgos

G. ARCE
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Las industrias eólica y fotovoltaica se posicionan como impulsoras de la recuperación en el próximo lustro, en el que crecerá hasta en un 50% la potencia instalada en la provincia

Trabajos de construcción de parques eólicos en el entorno de la capital burgalesa. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El viento sopla y el sol luce de nuestra parte en plena debacle económica por la pandemia. El sector de las energías renovables -el eólico y el fotovoltaico- da por superada esta crisis, sigue firme en su apuesta industrial por Burgos y mantiene en cartera un volumen de inversiones que puede llegar a alcanzar los 800 millones de euros a lo largo de los próximos cinco años. La previsiones actualizadas que maneja la Junta de Castilla y León apuntan a que la potencia instalada en la provincia crezca en torno a un 50%, lo que supone la suma de 1.000 megavatios (MW) más a los cerca de 2.000 que están actualmente operativos.

Son, insisten desde el Servicio Territorial de Economía, previsiones, pues todas dependen de las condiciones retributivas del mercado y de las políticas de acceso a la red eléctrica que faciliten o no la ejecución de los parques eólicos y los megahuertos solares que se están planteando en los últimos meses. No son trámites fáciles ni rápidos, y desestimientos ha habido muchos en los últimos años de desarrollo renovable en la provincia.

La foto fija actualizada del Burgos renovable se compone de 75 parques eólicos con 1.968 MW de potencia instalada, a los que hay que sumar 581 plantas fotovoltaicas (38 MW) ubicadas, principalmente, en industrias, y otras 150 instalaciones de autoconsumo en hogares y pequeñas empresas que suman otros 7 MW.

En el Servicio Territorial de Industria se ha gestionando la autorización administrativa previa para hay nueve parques eólicos que suman 167 MW en total y que suponen una inversión similar en millones de euros. Instalarán aerogeneradores de nueva generación cuya potencia media unitaria supera los 3 MW, el triple de los primeros que se levantaron en la provincia a mediados de los años 90. Son parques que arrancan con una certificación para 30 años de vida útil.

Los municipios afectados se encuentran en un radio de acción de los 20 kilómetros en torno a la capital burgalesa. Son, entre otros, los términos municipales de Isar, Las Quintanillas, Tardajos, Rabé de las Calzadas, Frandovínez, Estépar, Hornillos del Camino, Valle de Santibáñez y San Adrián de Juarros. Los ayuntamientos ya están en trámites para facilitar la instalación de estos complejos.

Por lo que respecta al ámbito fotovoltaico, la Junta mantiene en tramitación avanzada 4 complejos que suman 7 MW instalados en total, lo que supone una inversión aproximada de 4,2 millones de euros. Se localizan en los municipios de Villaquirán de los Infantes, Valdorros, Arenillas de Río Pisuerga y Santa Gadea del Cid, entre otros.

En proceso de creación están huertos solares que se miden por hectáreas y que reunirán cientos de miles de paneles fotovoltaicos. En La Bureba (La Vid, Berzosa, Hermosilla y Llano) se han reservado 250 hectáreas y en Revilla Vallejera suman otras 135 hectáreas en las que se instalarán 144.000 paneles (44 MW) con una inversión de 31,1 millones de euros. Y no serán los últimos.

AMPLIO SECTOR. Los aerogeneradores, en los que la provincia es líder a nivel nacional, son solo la parte visible de un sector industrial que aglutina ingenierías de desarrollo de proyectos, fabricantes de componentes y exportadores (España es el tercer exportador del mundo), constructores y mantenedores de parques y generadores de energía.

Además de las instalaciones operativas, en Burgos operan en la actualidad seis empresas centradas en la prestación de servicios especializados o en la fabricación de componentes (multiplicadoras, torres y piezas mecánicas).

Estas compañías forman parte de las 227 que integran la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que los próximos 1 y 2 de octubre celebra el V Congreso Eólico Español, que pretende lanzar un mensaje sobre la capacidad de las energías renovables como elemento fundamental en la recuperación de una economía española sacudida por la pandemia.

El director general de la AEE, Juan Virgilio Márques, confirma a este periódico que el momento que vive su industria ofrece grandes oportunidades, por la necesidad de cumplir los objetivos climáticos fijados desde Europa.

España debe alcanzar los 50.000 MW de potencia instalada en energía renovable para el año 2030. Actualmente solo hay algo más de 26.000 MW activos, por lo que no solo queda la mitad de potencia instalada por promover sino que habrá que repotenciar y renovar los parques ya en funcionamiento, lo que afectará de lleno a Burgos pues fue una de las primeras provincia en desarrollar esta energía.

Una parte significativa de los 807 municipios que se reparten los 1.203 parques operativos en España se ubica en nuestro territorio.

"El plan nacional a diez años es muy ambicioso y nos obliga a promover una media de 2.300-2.400 MW todos los años, un reto que es posible porque España depende de sí misma en este sector, pues el 100% de la cadena de valor (empresas, profesionales, proveedores, etc.) está integrada en el país", explica Márquez. En total, son 2.100 millones de inversiones anuales continuadas durante una década, inversiones en las que se enmarcan los 800 millones que se estiman solo en el primer lustro en el territorio burgalés.

Marco regulatorio. El sector renovable está muy atento a la inminente Ley del Cambio Climático y Transición Energética, la que permitirá el marco regulatorio estable y ágil que están demandando los inversores para mover 2.000 millones cada año. "Somos optimistas pero tenemos que trabajar cada día más en sofisticar algunos aspectos de la legislación", detalla el directivo de la AEE.

Preocupa en este sentido la regulación de la conexión y acceso a la red eléctrica (el cuello de botella al que se enfrentan muchos proyectos), el cambio del diseño de las subastas de renovables y agilizar la tramitación administrativa. "Tenemos que ser capaces de tramitar una nueva instalación renovable en menos de dos años y en el caso de la repotenciación de un parque no debe superar el año". Hasta ahora, la media de tramitación estaba en 7 años, aunque depende de comunidades para que la horquilla oscile entre 2 y 10 años.

Viento y sol. Aunque en Burgos no es visible esta dualidad por el peso hegemónico del sector eólico, viento y sol se complementan y están empezando a hibridar. Ya hay parques eólicos-fotovoltaicos y no es descartable que se instalen en la provincia. En paralelo, se está trabajando en el desarrollo de hidrógeno renovable en los parques. "La combinación de tecnologías es el futuro de la generación de la electricidad, especialmente en aquellas zonas geográficas donde ya conviven. Los inversores saben que esta combinación garantiza la salud del mix energético nacional".

Yacimiento de empleo. España cuenta con la tecnología eólica y fotovoltaica necesaria para activar proyectos a corto plazo que permitirán generar el empleo que se está perdiendo en otros ámbitos por la crisis. Son 2.100 millones de inversiones al año y una cadena de suministro que está en España, en Burgos también. Detrás de un parque eólico o un huerto solar hay actividad de fabricación, de construcción y de operación y mantenimiento. En 2019 sumaron 24.000 empleos y en el actual se superará con creces.

Márques subraya el hecho de que la implantación de parques tiene un efecto directo en zonas rurales como las de Burgos. A los conocidos impuestos y tasas que perciben los municipios suma el empleo local. "Es muy importante el efecto en la ocupación de terrenos. La eólica complementa -no sustituye- la actividad económica rural. Los parques son perfectamente explotables salvo el 10% de suelo que ocupan los aerogeneradores".

La AEE también subraya los 30 años de mantenimiento que necesita un parque. "Es un ámbito que cada día cobra más importancia. Los aerogeneradores son máquinas muy complejas y grandes plataformas que pueden ir incorporando mejoras con los años. Los servicios de operación y mantenimiento son claves sobre el terreno y tendrán un desarrollo tecnológico a futuro".