Aunque Burgos es una provincia en la que la desigualdad no es tan evidente como en otras -porque aunque sí hay distancias económicas y sociales, por ejemplo, entre unos barrios y otros, no son tan flagrantes como en Madrid o en Barcelona- hace años que quienes se dedican a los servicios sociales vienen denunciando la existencia de una bolsa crónica de pobreza con la que no se acaba aunque los vientos soplen a favor. En el año 2019, justo antes de la catástrofe de la covid y cuando las cifras macro apuntaban a un futuro más que prometedor, la entidad no gubernamental más activa en esta lucha, Cáritas, seguía sosteniendo con ayudas dinerarias a cerca de un millar de familias para quienes la efímera recuperación no existió porque siguieron sin tener acceso a un empleo de calidad y a una vivienda digna. La cifra creció, lógicamente, en el raro año 2020 de enfermedad y ERTE, y lo ha seguido haciendo después: Entre enero y octubre de este 2021 en el que se ha incrementado el número de empleos y la economía -aunque no tanto como estaba previsto- ha crecido, las familias que han recibido ayuda monetaria han aumentado un 10% con respecto al año de la pandemia y el importe total concedido ha crecido un 40%.

Así, en estos diez meses, 1.500 familias (3.030 personas) han recibido ayudas por un importe de 402.000 euros procedentes de fondos propios de Cáritas que, como indica María Gutiérrez, responsable del área de Acción Social, tienen su origen en las donaciones, por lo que agradece profundamente el apoyo de socios y simpatizantes «que con su generosidad hacen posible estos apoyos».

El desglose de esta cifra por partidas hace ver que la entidad está ayudando a estas personas literalmente a sobrevivir. 201.000 euros han sido en concepto de manutención (alimentos y productos de higiene), 85.000, para vivienda (alquiler, pago de hipotecas), 61.000, en ayudas de educación (material escolar), 20.000, para medicamentos y gastos farmacéuticos y 35.000 en otros conceptos como transporte, trámites y gestiones, ropa, etc. Además, se han entregado más de 8.000 ayudas en especie que han llegado a cerca de 1.800 familias, fundamentalmente productos de alimentación e higiene.

Las familias que sobreviven gracias a Cáritas crecen un 10% - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

A esta cantidad, añade Gutiérrez, hay que sumar 280.000 euros en adelantos de las ayudas de las administraciones, una cantidad muy inferior a la del año pasado. Esta es una práctica habitual por la que Cáritas le da a los usuarios un adelanto de las subvenciones que le concederán tanto Ayuntamiento como Diputación mientras estas se tramitan puesto que hay gente que no tiene absolutamente nada, tienen que resolver sus carencias de forma inmediata y carece del tiempo que marca la burocracia. Luego, estas instituciones restituyen a la ONG el dinero adelantado

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