A la creación literaria de Miguel Delibes se puede llegar por exigencias académicas o jugando. Los 110.000 escolares de Infantil y Primaria de Castilla y León pueden acceder al universo del escritor vallisoletano construyendo el refugio de Sedano en el que creó buena parte de sus obras o simular subirse sobre las dos ruedas de Mi querida bicicleta. A partir de los recortables diseñados por Asís G. Ayerbe los estudiantes pueden imaginarse a Delibes escribiendo en la cabaña y preguntarse qué escribía. O interesarse por el recorrido que hacía en bici desde Sedano a Molledo, la localidad de El Camino, para visitar a la que luego fue su mujer y a partir de ahí querer saber quién está detrás de Señora de rojo sobre fondo gris, por ejemplo.
Porque la literatura no solo está en los libros, la Fundación Miguel Delibes ha decidido aprovechar el ingenio y la habilidad creativa de Asís G. Ayerbe para conectar con los escolares, utilizando los diseños creados para la exposición del Instituto de la Lengua y Diario de Burgos que puede visitarse en el Palacio de la Isla hasta el mes de marzo (MDB. Miguel Delibes y Diario de Burgos).
La campaña organizada con el apoyo de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León consiste en pedir a los escolares «que escriban una carta a Delibes o a la Fundación Miguel Delibes». El tema es libre, aunque se les sugiere que redacten algo de forma manuscrita (o dibujen en el caso de los más pequeños) «relacionado con el autor o con su ámbito de interés: la naturaleza, los animales, la caza, el fútbol, la bici... o sobre un libro de él de los que hayan leído en clase», resume Fernando Zamácola, director de la Fundación Miguel Delibes.
La carta debe enviarse por correo y la institución contestará a la dirección postal de cada niño. «A modo de respuesta les remitimos una carta escrita en Fuente Escolar, que es con la que aprenden caligrafía. También les mandamos un marca páginas, el relato corto ilustrado La grajilla y los dos recortables de Ayerbe presentes en la muestra del Instituto de la Lengua y Diario de Burgos», añade.
«Buscamos que el niño o la niña que reciba el sobre lo sienta como un regalo. Los recortables les da la oportunidad de jugar: con una bici, que para los chavales es el icono de diversión, naturaleza, verano y vacaciones, y la cabaña porque es un diseño que nos encanta. De esta manera podemos dirigirnos a las audiencias más pequeñas, que para nosotros son a quienes más tenemos que acercar la figura de Delibes».
De ahí también el relato de La grajilla, que habla de una anécdota familiar del escritor vallisoletano con la que los más pequeños se pueden identificar. El cuento narra la historia de Morris, un pájaro que se cayó del nido, al que Miguel y sus hijos cuidaron un verano en Sedano y con el que convivieron una buena temporada.
La Fundación Miguel Delibes ya ha recibido un millar de cartas y mantendrá la campaña hasta el mes de junio. Las misivas deben enviarse a la sede de la institución (calle Torrecilla, 5. 47003 Valladolid).