Sonidos que dan la vuelta al mundo

ARSENIO BESGA
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El compositor mirandés Aníbal Caño viaja por el planeta para dar forma a sus proyectos. Londres, California, Berlín, San Petersburgo y Aalborg han sido testigos de una música que mezcla «los dos lenguajes, el acústico con el electrónico»

Aníbal Caño en la Funkhaus de Berlín. - Foto: DB

L a música amansa a las fieras y, además, en un mundo globalizado traspasa fronteras. Buena cuenta de ello da el mirandés Aníbal Caño, un compositor vanguardista, que disfruta mezclando «los dos lenguajes, el acústico con el electrónico». Su talento le ha servido para, tras formarse en Miranda, Haro y Zaragoza, dirigir obras por España y colaborar en proyectos expuestos a nivel internacional. Lugares tan diversos como Londres, California, Berlín, San Petersburgo o Aalborg ya se han deleitado con las partituras de este artista de solo 25 años.

Su primera aventura lejos de la Península llegó casi de forma casual. Según comenta, «en Zaragoza tuve buenos profesores, tanto en el ámbito pedagógico como en los contactos». Precisamente, uno de ellos le ofreció postularse como candidato para viajar a unas jornadas en Rusia y, finalmente, fue escogido como uno de los dos únicos representantes españoles. Allí, compuso una «obra para orquesta con un motivo tradicional» basado en el ilustre Kórsakov. Sin embargo, esta experiencia le dio algo más importante aún que el reconocimiento del conservatorio de San Petersburgo. Gracias a su viaje conoció a una coreógrafa italiana con la que colaboró de forma independiente.

Esa relación se tradujo en dos «performance» presentadas, nada más y nada menos, que en el Resolution Festival 2022 de Londres. «Le puse el audio de una obra de danza-teatro, con más mensaje, más poético, más elementos», describe el compositor. Conforme a sus palabras, su amiga y compañera le dio «total libertad» y fueron «creándolo a la vez». En ese «proyecto colaborativo», según dice Caño, «sobre todo funcionamos con adjetivos, pasé a la música los rasgos de cada personaje».

El talento de este mirandés no conoce de fronteras, ni de relajación, por lo que, tras Inglaterra y Rusia, pisó las calles de Alemania. Esta nueva aventura le ha permitido realizar proyectos académicos y, además, volverá en septiembre para desarrollar nuevas iniciativas con «personas establecidas allí». Básicamente, acudirá a Berlín «por el tema de la investigación sonora, que es lo que me llama: el audiovisual, la realidad virtual, sonido inmersivo, sonido espacial para los metaversos… Sin dejar de lado la composición contemporánea, que es lo que haré ahora», apunta.

Esa otra vertiente puramente acústica es, precisamente, el último reto que encara Caño. El grupo de compositores de Aalborg, en Dinamarca, le «encargó» una pieza y en octubre viajará para exponerla. Nuevamente, una vivencia tan gratificante surgió por mera coincidencia, puesto que este autor realizó su trabajo de fin de grado sobre un músico danés y, a través de internet, el virtuoso europeo le contactó para pedirle una partitura.

El viaje por el mundo del sonido firmado por Aníbal Caño tiene tantos kilómetros que, no satisfecho con despuntar en Europa, ha lanzado su arte a Estados Unidos. Junto a un compañero de Berlín creó una pieza y una discográfica de California la ha comprado. «Son sellos pequeños, pero es un escaparate», reconoce. A fin de cuentas, una cosa tiene clara: «Hay que salir de España. Solo en Barcelona y en Madrid hay algunos ambientes comerciales». Eso sí, comenta que «la música es un espectro muy amplio, puedes dedicarte a tu marca, a la docencia, a la composición, a la ingeniería de sonido».