Miguel Calvo

El retrovisor

Miguel Calvo


Armas nucleares

26/01/2023

Las mofas, entre otras, de los escritores Arturo Pérez Reverte y Alfonso Ussía por la reciente aprobación en el Ayuntamiento de Burgos de una moción a favor de la abolición de las armas nucleares, han reabierto el debate sobre si una corporación local debe o no inmiscuirse en asuntos alejados de sus estrictas competencias municipales. La moción en cuestión, en la que se pedía al Gobierno la firma de un tratado de Naciones Unidas, fue llevada al pleno por el grupo socialista y sustentada por 32 organizaciones de la ciudad.

En la larga historia del concejo burgalés vemos que los asuntos allende nuestras fronteras, al margen de ideologías y partidos, han estado siempre presentes en el debate de los concejales. Por ejemplo, en 1921 el Ayuntamiento Constitucional de Burgos acordó conceder una ayuda económica al pueblo ruso cuya cantidad se encargó de fijar el alcalde conservador Díaz Oyuelos, por conducto de Su Santidad el Papa, acompañada de una enérgica protesta al gobierno ruso por llevar a su población al extremo de ruina y miseria. La propuesta de destinar 1.000 pesetas para socorrer a Rusia partió del concejal del Partido Republicano Félix Cecilia. En el debate se consideró excesiva esa cantidad con el argumento de que, antes que los rusos, los españoles estamos llenos de necesidades. 

La actual corporación municipal aprobó hace unos meses proposiciones en defensa del proceso de paz en Colombia o contra la invasión rusa de Ucrania. En 2016 se acordó el envío de fármacos a Venezuela por importe de 12.000 euros junto a la petición de liberar a los presos políticos en dicho país. En otros plenos se han debatido mociones y proposiciones contra agresiones de Israel a Palestina (2002 y 2005), contra la aplicación de la pena de muerte en los Estados Unidos (1999 y 2003) o, en 2005, en apoyo de la propuesta de Amnistía Internacional y Oxman para sumarse a la campaña Armas Bajo Control a Distancia, contra la exportación de armas a países en conflicto. En 2003 el Consistorio se sumó a la campaña internacional contra la condena a lapidación de una mujer en Nigeria, y años antes denunció la ocupación por Indonesia de Timor Oriental y pidió la condonación de la deuda externa de los países en desarrollo. Del conflicto de Chiapas o de la guerra en la antigua Yugoslavia también se ha debatido en Burgos. Es solo un puñado de ejemplos. No me caben más.