En apenas 15 años, cinco menos de los que han transcurrido desde el cambio de milenio, la población de la provincia de Burgos va a envejecer de manera espectacular. Así lo prevé el Instituto Nacional de Estadística (INE) en sus proyecciones demográficas para el periodo 2020-2070, donde se desprende que en el 2035 el 32,7% de los burgaleses tendrá 65 o más años; o lo que es lo mismo, uno de cada tres vecinos.
Para poner en contexto, a 1 de enero de 2020 el porcentaje de habitantes que superan esa edad es del 24,3%, casi ocho puntos menos que se revertirán a razón casi de uno cada dos años. El envejecimiento de la población burgalesa será generalizado, y un estrato más arriba, los mayores de 80, supondrán en 2035 el 10%, una de cada diez personas. A nivel nacional, el INE es algo más optimista, ya que calcula que serán cuatro de cada diez los ciudadanos mayores de 65 en quince años.
Los nacimientos dentro de los límites provinciales, que en 2020 se prevé puedan ser alrededor de 2.300, se desplomarán progresivamente hasta rozar la barrera de los 2.000 en 2030. Sin embargo, a partir de ese año el Instituto Nacional de Estadística asegura que la natalidad volvería a repuntar debido a la llegada a las edades de mayor fecundidad de generaciones cada vez más numerosas, concretamente de las nacidas a partir de la segunda mitad de los años noventa. En cuanto a las defunciones, durante un lustro, hasta aproximadamente 2027, las muertes bajarán con respecto a las actuales -unas 12.280 al año- y se mantendrán alrededor de las 11.500 anuales, pero desde esa fecha aumentarán progresivamente -dado el envejecimiento de la provincia- hasta sobrepasar de nuevo las 12.000 en el año 2034.
El INE también entra en proyecciones sobre la población total de cada una de los territorios españoles. En el caso de Burgos, el ente prevé que en 2035 haya viviendo en la provincia alrededor de 332.000 personas, un 6,6% menos de las 355.700 que hay actualmente (...)
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