El turismo registra un boom generalizado en la comarca

I.M.L.
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Las localidades ribereñas con oficina para atender a los visitantes reciben un continuo goteo de consultas y visitas guiadas, sobre todo grupos de mayores del ámbito nacional

Las visitas guiadas de los fines de semana se completan con grupos pequeños de amigos o familias, mientras que a diario son más viajes organizados. - Foto: I.M.L.

El fin de las restricciones por la pandemia ha permitido que el turismo en la comarca ribereña despegue y registre un incremento de visitantes que hace prever un verano con mucho movimiento. Más allá de los que acuden al programa de voluntarios '¿Te enseño mi pueblo?', promovido por la ADRI Ribera del Duero Burgalesa, tres municipios cuentan con oficina de atención a los visitantes propia: Peñaranda de Duero, Caleruega y Roa de Duero. En estos servicios municipales, además de aportar información sobre los puntos de interés, se ofrecen visitas guiadas a los monumentos más destacados en cada una de sus ubicaciones. Las técnicos que las gestionan coinciden en afirmar que el movimiento turístico en las últimas semanas es continuo, protagonizado por distintos tipos de turistas en función del día de la semana.

Una tendencia lógica que sectoriza las visitas por jornadas. «A diario, son los viajes del Imserso los que vienen, casi todos los días viene un autobús desde Semana Santa hasta ahora que ya hace bueno; sin embargo,  el fin de semana son más grupos de amigos o familiares», concreta Sara Criado, desde la oficina de turismo de Peñaranda de Duero. Hasta Roa también es muy habitual que llegue público senior a conocer la localidad, desde la que se ofrecen visitas guiadas a la colegiata de la Asunción e información del resto de los puntos de interés del patrimonio raudense. «Cuando se programa una visita guiada de algún grupo grande, los que traen las agencias en autobús, les hacemos un recorrido completo por la colegiata, el paseo del Espolón, la sede de la DO Ribera del Duero y vamos dando pinceladas de historia sobre El Empecinado», enumera Juana Ribote, que lleva la oficina de turismo raudense. 

El caso de Caleruega es especial porque el importante peso de los dominicos en la localidad marca el perfil de sus visitantes. «Tenemos un público especial porque muchos son religiosos que vienen incluso de otros países o comunidades dominicas para conocer Caleruega, aunque también tenemos mucho turista mayor, parejas con niños no es tan habitual, y algún que otro colegio hemos tenido», remarca Beatriz Benito desde la oficina de turismo calerogana.

En estas localidades comparten la procedencia de sus visitantes, donde la mayoría de los que se acercan a conocerlas son de Castilla y León y Madrid, principalmente, aunque también están muy presentes los turistas que proceden de Cataluña y el País Vasco. De estas tres localidades, la única que mantiene abierta la atención a sus visitantes todo el año es Peñaranda de Duero, en Caleruega suelen abrirla en el mes de abril y en Roa está supeditada al horario de las dependencias municipales, aunque pueden realizar la visita guiada en fin de semana si se reserva con anterioridad. En esta última no disponen de estadísticas de turistas, pero las cifras que aportan las otras dos reflejan una recuperación ascendente en lo que a visitantes se refiere. 

El caso de Caleruega tiene la particularidad de que en 2021, cuando las demás localidades vieron reducido drásticamente su número de visitantes, allí se celebró el VIII Centenario de la muerte de Santo Domingo de Guzmán, lo que atrajo muchos turistas para ver, principalmente, la exposición conmemorativa de esta fecha, que contabilizó más de 9.000 visitantes. De todos ellos, 2.430 realizaron el recorrido guiado por los cenobios dominicos, alcanzando el récord de turistas en agosto, con 715 personas.

En los dos meses que lleva abierta este año esta oficina calerogana han pasado por el recorrido guiado monacal un total de 541 personas, que se equipara con las cifras registradas en 2019, último año sin restricciones, en el que llegaron hasta Caleruega 3.635 visitantes.

En el caso de Peñaranda, los datos de los últimos años denotan el interés que despierta el patrimonio de esta localidad. Las cifras más abultadas son las que visitantes al Palacio de Avellaneda, que en 2019 superó las 4.000 personas, pero en 2021 se desplomaron hasta las 201 a causa de las restricciones. Este 2022, han pasado ya por este recurso visitable hasta el mes de abril 3.072, acercándose a las cifras de antes de la pandemia.

Quienes se acerquen a este municipio, también tiene la opción de recorrer una bodega subterránea tradicional, a la que ya han bajado este año 200 visitantes; la excolegiata de Santa Ana, a la que han accedido 400 personas, y el castillo, que a lo largo de los fines de semana de abril y mayo ya suma 1.850 visitantes. Para potenciar este despegue del ritmo turístico, el Ayuntamiento peñarandino pone en marcha unas visitas teatralizadas que estarán disponibles todos los sábados hasta que termine agosto.