Se preveía complicado que patronal y sindicatos pudieran acercar posturas en las primeras negociaciones sobre el convenio del sector de la limpieza y así está ocurriendo. Han sido ya tres las veces que ambas partes se han sentado a la mesa para concretar las condiciones laborales de los cerca de 3.000 empleados que hay en la provincia, la inmensa mayoría mujeres. La distancia entre los dos agentes aún es lejana, especialmente por la desbocada inflación.

La plataforma negociadora arrancó con la actualización de las tablas salariales en base al IPC como una de sus principales reivindicaciones. Sin embargo, y tras el choque frontal con la patronal Abelel, ahora están dispuestos a renunciar a la misma siempre y cuando se cumplan otras exigencias.Apuntan fuentes de UGT que para descartar las subidas en función de la inflación se les tendría que ofrecer una vigencia de dos años con alzas anuales del 6%. La vigencia se reduciría de los tres cursos, para los que se pedía un 5% cada ejercicio

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