Tras cuatro frecuencias de AVE suprimidas debido al impacto de un rayo en uno de los trenes que cubren la ruta entre Madrid yBurgos,Renfe logró ayer restablecer el servicio.El convoy de las 19:45 horas, que conecta la capital de España con la castellana, partió de la vía 17 con puntualidad británica. Lo hizo tras estar en los talleres desde la tarde del martes, cuando un rayo dañó parte del vehículo, que tuvo que ser reparado con urgencia.
La acuciante falta de unidades que sufre Renfe provocó que fuera imposible reemplazar este servicio, lo que motivó que los pasajeros con salida desde Madrid tuvieran que viajar en elAvant con destino León hasta Valladolid.Una vez en la estación de Campogrande, tomaron tanto el martes como el miércoles un autobús que los dejó en Rosa Manzano sobre las 23 horas. Peor lo tuvieron los usuarios con origen enBurgos, ya que no les quedó otro remedio que esperar hasta las 8 de la mañana -una hora después de que hubiera partido suAVE de las 7- para tomar elAlvia.
Para tratar de paliar los inconvenientes surgidos, Renfe se ha comprometido a devolver el importe íntegro de los cuatro trayectos que se vieron interrumpidos: los dos de las 19:45 entre Burgos y Madrid del martes y del miércoles y los dos de las 7 de la mañana del miércoles y de ayer jueves.Al ser una única composición la que efectúa el trayecto por la LAVMadrid-Burgos, el AVE 04197, la incidencia con el rayo dejó huérfano al corredor.
La falta de modelos AVE es ya todo un clásico enRenfe.La progresiva apertura de líneas de alta velocidad en los últimos años, unido a la falta de reemplazo de los convoyes, ha provocado que una avería en cualquiera de ellos ponga en jaque los horarios. Para tratar de no ir tan pillados, el operador ferroviario le encargó a Talgo una remesa de trenes de la serie 106, conocidos comoAvril.Son precisamente estos los modelos que han estado circulando durante los meses pasados por la LAVVenta de Baños-Burgos para completar su periodo de pruebas.Sin embargo, el fabricante ya le ha hecho saber a Renfe que no podrá entregárselos al menos hasta Semana Santa. Las primeras unidades deberían de haber llegado en enero de 2021, por lo que la entidad pública exige 116 millones en concepto de indemnización.