La Fiscalía Provincial de Burgos solicita 11 años y cuatro meses de prisión para un vecino de Aranda de Duero acusado de abusar sexualmente de una mujer y chantajearla con difundir imágenes íntimas. Se enfrenta, según el escrito de acusación, a un delito de abuso sexual, a otro contra la intimidad y a un tercero de amenazas. 

Los hechos ocurrieron en abril de 2019. El encausado, que había entablado cierta amistad con la víctima hacía apenas unos días, acudió al bar en el que trabajaba con una botella que contenía «un líquido transparente» y le dijo que era un orujo de elaboración casera. Ella aceptó tomarse unos chupitos. Una vez que terminó su turno, se fue a casa. Él la siguió y entró en su domicilio. Una vez allí, según el escrito de la Fiscalía, «guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, sin consentimiento de la perjudicada y sin su conocimiento, debido a que esta se encontraba en un estado de semiinconsciencia producido por el consumo del licor, la penetró vaginalmente».

Cuando cesaron los efectos sedantes del licor, la perjudicada se vio desnuda en el sofá de su domicilio junto al procesado, «igualmente desnudo». De acuerdo con el escrito, ella le propinó varios bofetones y le pidió que se marchara pero él comenzó a gritar y a exigirle dinero para cocaína hasta que consiguió que le diera 150 euros. 

Unos días más tarde, una tercera persona mostró a un amigo de la víctima una imagen en la que aparecía en «una posición que denotaba una falta total de control sobre sus actos y dando la impresión de estar drogada».

Añadió que se lo enseñaba para que viera «lo puta» que era su amiga y le advirtió que «tenía más fotos y que las estaba viendo mucha gente». Acto seguido, la víctima llamó a su agresor y le pidió que borrase las fotos, pero este le exigió 300 euros. En ese momento le comunicó que le iba a denunciar, algo que hizo en la sede de la Policía Nacional. También acudió al Hospital de los Santos Reyes, al sufrir un trastorno ansioso. 

La Fiscalía solicita siete años de prisión por un delito de abuso sexual y 10 años de prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 300 metros; tres años de prisión por un delito contra la intimidad; y un año y cuatro meses de cárcel por un delito de amenazas, así como una indemnización de 11.400 euros por las lesiones físicas, psíquicas y daños morales. 

Abuso a una menor. Asimismo, este mes también se juzgará a otro hombre por un delito de abuso sexual a la hija menor de su pareja, de 17 años. La Fiscalía solicita 11 años y dos meses de cárcel, además de la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia de 500 metros ni comunicarse con ella durante diez años. Los hechos ocurrieron en diciembre del año pasado y se repitieron en febrero de este. El procesado aprovechaba cuando su pareja no estaba en casa para abusar sexualmente de la hija.