Ocho meses y nueve reuniones después de iniciarse las negociaciones para la firma del convenio de limpieza, la relación entre los sindicatos y la patronal está más rota que nunca. La parte social, representada por UGT, CCOO y CGT se ha cansado de esperar y ha decidido pasar a la acción: este domingo, 20 de noviembre, saldrán a manifestarse por las calles del centro de Burgos para exigir la firma del acuerdo. La movilización partirá desde las inmediaciones de la iglesia de la Antigua de Gamonal a las 11 de la mañana. Tras bajar a lo largo de la calle Vitoria, culminará en la Plaza del Cid.
El pasado sábado celebraron una asamblea informativa en la que se dio a conocer a los empleados en la provincia, alrededor de 3.500 -la mayoría mujeres- el momento exacto que vive el sector en Burgos. Este proceder ya se siguió durante el verano, y pese a la intención de movilizarse, los sindicatos optaron entonces por volver a sentarse para lograr avanzar en la negociación. "Se decidió no renunciar a ningún derecho y no perder, por nada del mundo, poder adquisitivo", indican. El resultado fue negativo, ya que tras tres encuentros la situación sigue en el mismo punto.
En paralelo han iniciado ante el Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla) un procedimiento de intermediación por bloqueo de negociación. Según apuntan fuentes sindicales, es "muy probable" que el conflicto termine derivando en una convocatoria de huelga ya que ambos extremos están muy lejos de llegar a un acuerdo. Apuntan desde los sindicatos que la patronal, representada por la Asociación Burgalesa de Empresarios para la Limpieza de Edificios y Locales (Abelel), plantea incrementos para el periodo 2022-2025 de un 1,5%, un 2%, otro 2% y un 2,5% respectivamente. En contra, UGT, CCOO y CGT exigen subidas notablemente superiores: del 3% para este año y del 4% para 2023, 2024 y 2025.
"Mantenemos la propuesta de la cláusula de actualización al finalizar el último periodo de vigencia para que los trabajadores no pierdan el poder adquisitivo", reclaman. Es más, se abren a abordar un posible tope a la misma pero siempre si se acepta. Del mismo modo, las centrales abogan por una reducción de dos días de jornada, es decir, 16 horas menos. De las 1.755 actuales se pasarían a trabajar 1.739. Aseguran que en otras provincias los trabajadores de la limpieza tienen convenios con un número de horas trabajadas inferior a las que refleja el de Burgos.
Urgen también incrementar los pluses de festivos, domingos y nocturnidad y hacer extensivos a las parejas de hecho los permisos retribuidos. Además, ponen como condición que las empresas tengan la obligación de lavar los uniformes de cada empleado y entregar a estos, como mínimo, 4 unidades.
Desde la patronal Abelel precisan que las empresas del sector se encuentran "al límite". Del mismo modo, indican que los contratos que tienen las compañías firmados con las administraciones públicas se aplica la Ley de Desindexación de 2012, la cual impide actualizar los precios públicos en relación al IPC. Este hecho está generando un gran problema en los acuerdos que siguen en vigor desde entonces
Fórmula ya empleada. La negociación del convenio de la limpieza ha sido siempre dura. El último ejemplo se vivió en 2015, cuando tras encallar las conversaciones los sindicatos optaron, como vuelve a pasar ahora, por las movilizaciones. Tras arrancar las manifestaciones a finales de año por el centro de la capital burgalesa, el preacuerdo no se alcanzó hasta febrero de 2016.
En el caso del siguiente texto, con vigencia entre 2017 y 2021, los sindicatos amenazaron con iniciar una huelga indefinida si la patronal no atendía sus reivindicaciones. Cuando todo parecía estar abocado a un parón, ambas partes llegaron a entenderse y finalmente no hizo falta salir a las calles en pleno verano.