Ante la deseada llegada masiva de público a Poza de la Sal con motivo de la celebración del Festival Nacional de Charangas el 7 de mayo, el alcalde de la localidad, José Tomás López, ha solicitado al subdelegado del Gobierno de Burgos, Pedro de la Fuente, que se elabore un plan de seguridad como en anteriores anualidades para garantizar la protección de los asistentes. «La reunión ha ido bien y el subdelegado me ha transmitido que nos reuniremos con él y la Guardia Civil en Poza para comprobar las necesidades o fórmulas que tenemos para que todo salga bien», expone.

La espera ha sido dura y demasiado larga pero desde la organización del evento anuncian que tan solo quedan 79 días para que los amantes de la música callejera vuelvan a disfrutar en las calles de la villa con los mejores pasacalles del panorama nacional. 14 agrupaciones han confirmado ya su asistencia y el plazo de inscripción todavía permanece abierto para aquellas regiones que no cuenten con representación.

Después de tres años de parón como consecuencia de la pandemia, el evento regresará con más 'garra' que nunca y prometen una mayor oferta gastronómica y de ocio para niños y adultos. El público asistente podrá elegir a la mejor charanga mediante el voto en las urnas que habrá instaladas hasta las 21 horas en la Plaza Nueva de la villa.

En la anterior edición y según los datos que aportó Cruz Roja, pasaron por la localidad entre 6.000 y 7.000 personas, aunque «después de lo que hemos vivido este tiempo creemos que las cifras de este año rondarán los 5.000 visitantes», declara Daniel Tamayo, organizador del Festival.  «A pesar de que hay muchas ganas de pasarlo bien, ese fin de semana se celebrarán otros eventos interesantes en la provincia, por lo que el público se repartirá. Además, parte de la población todavía siente recelo hacia las masificaciones», añade.

La oferta gastronómica se incrementará con restaurantes móviles y la cadena Telepizza repetirá. Y como en anteriores ediciones, la localidad se mostrará muy sensibilizada con el medio ambiente y con la finalidad de que no se generen tantos residuos, exigirán que los asistentes que quieran consumir bebida tendrán que comprar un vaso por 1 euro. «Intentaremos evitar el botellón por cuestión de ecología y hacemos un llamamiento para que la gente gaste en el pueblo y ayude a construir nuevas ediciones», explica Tamayo.

La fiesta comenzará el sábado a las 11 y se alargará hasta las 22 horas, aunque el programa de actividades no se ha cerrado y cabe la posibilidad de que el Ayuntamiento o alguna asociación organice alguna actividad o concierto para la noche del viernes o a partir de que el Festival finalice. La jornada festiva arrancará con la recogida de acreditaciones, que dará paso a la inauguración del evento y sobre las 12.30 empezará el turno de musicalidad en escenario. Ya por la tarde tendrá lugar la ronda de las charangas, hasta concentrarse para la entrega de premios.

Miembros de la organización han mantenido un encuentro con el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, para trasladarle la programación del Festival y «nos ha mostrado el apoyo y la ilusión de siempre», aclaran.  

Pasar el día.

El evento ha conseguido hacerse un hueco en el calendario festivo del país, y tal es su fama que a él acuden curiosos de todas partes, los cuales realizan sus reservas en alojamientos de Poza y de localidades aledañas con meses de antelación. También existe la posibilidad de acudir en autocaravana y poder pernoctar en la propia villa, junto a  la zona deportiva, donde se habilita un espacio para que estacionen estos vehículos y para acampar. Las instalaciones cuentan con baños y duchas.

El lema de la organización del Festival de Charangas es «mejorar cada año y ofrecer cada vez más servicios al público». Es por eso que en la VIII edición se incluirán de nuevo actividades infantiles. En 2019 se destinó una zona para los más pequeños donde se realizaron distintos talleres relacionados con la música y con la igualdad de género. Asimismo, volverán a pedir a la Mancomunidad Raíces de Castilla colaboración para que «decore alguna calle del municipio con elementos de Frías, Oña y Poza».