El consumo online se estabiliza en Burgos

G. ARCE
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La pérdida generalizada de poder adquisitivo y los problemas de suministro de los últimos meses ralentizan las ventas, pero las consultas digitales siguen al alza y no han tocado techo

Amazon copa más del 50% de las ventas del comercio minorista en Burgos. - Foto: Jonathan Tajes

El mundo online no es ajeno al real y la incertidumbre que hay en la calle también impera en la web, aunque apenas falten dos semanas para la gran cita del consumo del Black Friday. Pasados los efectos del enorme crecimiento experimentado durante la pandemia, con picos de crecimiento de hasta el 40% en Burgos, el comercio electrónico sufre ahora los efectos de la pérdida de confianza del consumidor, la caída generalizada de su poder adquisitivo y los problemas, retrasos y listas de espera vividos en el suministro de algunos bienes en los últimos meses. Pese a ello, hay más visitas e impactos que nunca a los escaparates web y las compras digitales siguen creciendo a un ritmo del 15% interanual en la cesta de la compra de los burgaleses.  

Los expertos creen que la evolución de las ventas el viernes 25 de noviembre mostrarán claramente un descenso en el consumo, no porque el negocio online esté maduro, sino porque la subida de precios y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios no deja dinero para gastar como se hacía en anteriores Black Friday. «Las familias no tienen la misma capacidad económica que tenían antes. Sube la luz, suben las hipotecas y también los alimentos, pero no afecta por igual a todos, por lo que no esperamos un desplome sino una ralentización de las ventas, lejos de las tasas que se alcanzaron en 2020».

Jorge Arias, de la compañía de marketing digital burgalesa Geotelecom, defiende que el comercio electrónico no solo está resistiendo «muy bien» las incertidumbres actuales, sino que aún tiene mucho recorrido para seguir creciendo. La tasa local de penetración del comercio electrónico sobre las ventas globales -explica- está en torno al 20%, aún lejos de países donde este fenómeno está más avanzado como Francia o Alemania, que superan el 30%.

«En una época de crisis como la actual, se está generalizando el fenómeno del aumento de las visitas a los canales para comparar los precios. Pesa más el ahorro que el consumo inmediato y aumentan las comparaciones, lo que para nosotros es más información sobre el comportamiento de las ventas».

El negocio del marketing digital, en el en Burgos hay operadores de primer nivel nacional, está estos días «a tope» trabajando para los diferentes sectores con más interés en el último mes de noviembre. «Es una fecha consolidada en el calendario, incluso por encima de las rebajas por volumen de ventas. Nuestros clientes son relativamente optimistas y están expectantes». 

No obstante, Arias lamenta que la etiqueta Black Friday esconda cada vez más falsos descuentos, sobre todo en el comercio a pie de calle. «En internet la mentira tiene las patas muy cortas y es fácil seguir la trazabilidad una web, lo que pone en duda el prestigio y la credibilidad de la misma. El cliente, también en el mundo digital, busca un buen servicio, una buena atención y que le escuchan», explica el CEO de Geotelecom, empresa que ya alcanza los 65 trabajadores en plantilla y que mantiene su objetivo de cerrar el año con un crecimiento del 20% pese a las incertidumbres del momento.

Amazon. Es imposible hablar de comercio electrónico sin mentar a la principal plataforma, Amazon, que absorbe más del 50% de las compras minoristas online y llena cada día decenas y decenas de furgonetas de reparto.

Es un «monstruo» que sus críticos consideran que está generando dependencia en el consumidor y en el comercio minorista que depende de él para vender en el ámbito digital. Es el número uno en búsqueda de producto, en búsqueda de información para la compra («parece que, si algo no está en Amazon, no existe»).

Leopoldo Roldán, de deliciasburgos.es, que tiene su tienda física frente a la iglesia de San Lesmes, advierte del monopolio de las grandes plataformas, con Amazon a la cabeza, y de lo «imposible» que lo tienen los pequeños para competir con ellas. «Google da visibilidad a los que más pagan y Amazon lo hace y, si no, Aliexpres, no hay competencia posible. Ofrecen las máximas facilidades para la compra y generan casi una adicción», se lamenta este experto en marketing digital, que defiende la «personalidad» de la tienda física y la web como gran escaparate complementario para exponer lo que se vende. 

«Nosotros vendemos en plataformas auditadas, con formas de pago regladas y supervisadas fiscalmente, pero ahora está irrumpiendo un negocio en negro a través de los influencers en Instagran o Tik Tok, que realizan ventas a través de Wallapop o Vinted. El intrusismo está creciendo». 

China. La enorme dependencia del producto chino también está presente en el comercio digital. Es una mercancía cuyo precio se ha encarecido «extraordinariamente» por la pandemia, por el aumento de los fletes marítimos de los contenedores agravada por el cierre de los principales puertos chinos de los últimos meses.

Dicho esto, los problemas de suministro han ido disminuyendo, pero el transporte todavía penaliza los precios. 

Hay un último elemento que preocupa de cara al Black Friday: una huelga en el transporte por carretera que ahogue el abastecimiento de los almacenes y el reparto a domicilio.