Exigen una apuesta firme por el turismo idiomático en Burgos

B.G.R.
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El último informe de la Consejería de Cultura sitúa esta provincia como la sexta de la región en número de estudiantes extranjeros que quiere aprender español. Ámbitos como el académico y el turístico reclaman inversiones públicas

Imagen de un grupo de profesores extranjeros que realizaron un curso de español este verano. - Foto: Luis López Araico

La llegada de visitantes extranjeros que eligen Burgos como destino para aprender español se vio lastrada por la pandemia por motivos obvios, previéndose que sea durante este ejercicio cuando se alcance su total recuperación para regresar a cifras de 2019. Se trata de un mercado en alza en el conjunto de la Comunidad, que ya ha experimentado un crecimiento del 4,4% en los dos últimos años, aunque la provincia escape a esa tendencia pese a las numerosas voces políticas que, desde no hace poco tiempo, vienen abogando por este mercado pero cuyas acciones siguen sin verse reflejadas en las estadísticas oficiales de la Junta. Por ello, desde ámbitos como el académico y turístico se exige una apuesta decidida de las administraciones al ser una ciudad «que lo tiene todo» para convertirse en referente.

El último informe realizado por la Dirección General de Turismo corresponde al pasado ejercicio y sitúa al territorio burgalés a la cola regional como destino para aprender español. En dicha anualidad se registraron en Castilla y León 6.906 nuevas matriculaciones de estudiantes de otros países, lo que representa un alza del 21,8% respeto a 2020. Esa subida se produce en todas las provincias salvo en dos, Soria, donde la cifra cae un 13,3% y se desploma un 25,4% en el caso de Burgos, que solo contabilizó 150 alumnos, siendo superada por León, Zamora, Valladolid, Segovia y Salamanca, que continúa liderando este emergente mercado.

La tendencia negativa local se repite casi en la misma proporción si se tienen en cuenta el total de matrículas y no solo de nuevas llegadas, que ascienden a 601 en 2021, frente a los 8.306 de la provincia charra, los 6.908 de la segoviana, los 2.272 de la zamorana, 1.334 de la vallisoletana o los 859 de la leonesa, haciendo que la provincia se sitúe tan solo por delante de Ávila, Palencia y Soria en términos absolutos. Se repite de nuevo esa sexta posición, que se recorta hasta la quinta en el año prepandemia y a la cuarta si se tienen en cuenta los datos de 2018, cuando logra superar a León, que en ejercicios anteriores se mantuvo por delante.

La Dirección General de Turismo no entra a valorar las diferencias entre el interés que suscita un destino u otro de la región, limitándose a explicar que «el sector del español ha sido uno de los que más ha sufrido por la pandemia», con una caída generalizada de casi el 85% en comparación con 2019. Añaden en este sentido que Burgos  «refleja un atisbo de recuperación que se confirma en 2022, cuando se espera que haya unos datos positivos para el sector». Y respecto a la llamativa diferencia con Zamora, la atribuyen a un «aumento de cursos de español entre julio y octubre para alumnos procedentes de África, excluido Marruecos».

(La información completa y los datos comparativos con otras provincias, en la edición impresa o aquí)